Los ocho negociadores del Ejército de Resistencia del Señor, LRA, de Uganda han dimitido, culpando a su jefe, Josph Kony, de haber hundido el proceso de paz.
Dos años de conversaciones para terminar con el conflicto más duradero de África, se rompieron el pasado mes de abril, después de que Kony no se presentase a la firma del acuerdo de paz que habían ultimado sus negociadores y los de la parte del Gobierno de Uganda.
En respuesta, Uganda, la República Democrática del Congo y Sudán han amenazado con atacar conjuntamente a las tropas rebeldes, que se encuentran escondidas en la selva de Garamba, al este de la República Democrática del Congo.
Kony, pidió esta semana pasada que se retomasen las conversaciones de paz, pero ocho de los 13 negociadores de parte del LRA han declarado públicamente que abandonan el proceso de paz y dimiten como negociadores. “No queremos que se nos culpe del fracaso de este intento de traer la paz al norte de Uganda. Joseph Kony es el único culpable”, declararon.
La Guerra civil de Uganda, que ha durado dos décadas, ha matado a decenas de miles de personas, desarraigado a dos millones de personas y desestabilizado a los países vecinos, y las zonas ricas en petróleo del sur de Sudán, y las ricas en minerales del este del Congo.
El jefe de las negociaciones, el Vicepresidente del Sur De Sudán, Riek Machar, ha declarado que no piensa rendirse con las conversaciones y el proceso de paz, pero el Gobierno de Uganda, ha dejado bien claro que, por su parte, se ha terminado el tiempo de negociar.
(IOL, 27-06-08)