El portavoz del parlamento de la República Democrática del Congo, Vital Kamerhe, ha dimitido de su cargo debido a las presiones por haber criticado la intervención militar ruandesa en su país. “Les pido que acepten mi dimisión sin votaciones ni debates”, declaró el veterano político ante la sesión plenaria de la cámara baja del Parlamento, tras lo cual fue aplaudido.
Los parlamentarios de la Mayoría para la Alianza Presidencial, AMP, habían presionado a Kameerhe para que se marchase por sus comentarios hechos en enero, en los que afirmaba que la entrada de las tropas de la vecina Ruanda en el país era algo muy serio y una potencial amenaza para la seguridad.
El veterano aliado de Kabila, se negó entonces a dimitir, tras lo cual se enfrentó a una moción de censura por parte de los miembros de la AMP, que según el ministro de Comunicaciones, estaba respaldada por más de 300 de los 500 miembros del Parlamento.
Kamerhe despertó las hostilidades el pasado 21 de enero, un día después de que los soldados ruandeses comenzasen las operaciones conjuntas con el ejército congoleño, contra los rebeldes ruandeses hutu, en el este de Congo R.D., cuando dijo que le parecía muy serio lo que le acababan de comunicar y que estas operaciones planteaban “un montón de cuestiones”.
Entre 1997 y 2003, los ruandeses han apoyado las rebeliones congoleñas y enviado tropas al este del Congo en dos guerras sucesivas, Kamerhe expresó su preocupación por una nación que acababa de superar “el trauma de la dominación ruandesa”.
Sin embargo, las tropas ruandesas, que se unieron al ejército del Congo, se retiraron oficialmente el 26 de febrero, después de los que ambos gobiernos denominaron «una operación de éxito» la organizada contra los FDLR, los rebeldes hutu de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda.
El FDLR, aunque muy debilitado tras la ofensiva, ha empezado a tomar represalias en la provincia del Kivu Norte, donde la agencia para los Refugiados de la ONU asegura que en tan sólo 15 días, se han visto desplazadas otras 30.000 personas, por la violencia en la zona.
(Mail & Guardian, Suráfrica, 26-03-09)