Os presentamos el catálogo del último trabajo presentado en el Museo de Arte Sacro de Teruel; la exposición «Diálogos entre maternidades africanas y románicas».
No somos distintos; ni vamos a entrar en el mundo de lo onírico ni lo espiritual. Nos sumergiremos en ambas culturas en un mismo mundo, el de la Naturaleza y lo real ; el mundo en que se necesita que todo lo regulado se produzca adecuadamente. Demandando por tanto que lo comprometido suceda. Son mujeres que muestran niños, salidos de su seno o sus descendientes directos. Demandamos a quien creemos que tiene el poder o acceso a quien lo tiene; esta demanda queda reflejada en el niño o niña.
Lo normal es encontrar al niño en el lado izquierdo de la madre, representa la consciencia y discernimiento sobre la realidad. El niño a la derecha, si está yacente, ni mamando ni erguido, es el dolor por la muerte y la demanda de que no vuelva a suceder. En África, el nuevo rey solía ser el hijo mayor de la hermana mayor del rey muerto, casi nunca el hijo de su mujer, porque su sobrino es su sangre. Las representaciones de las madres cumplen el papel de conseguidoras. Si el niño está mamando muestra la dependencia de la madre, tanto del niño como de su descendencia; en referencia a la fertilidad y fecundidad. Los niños nacen sonrosados y claros; nacen espíritus, pues el blanco es para el africano el color de los espíritus; nacen agua, por lo que si mueren el dolor es solo por la pérdida del agua que acopió la madre durante nueve meses. En África los bebés no son personas hasta que no cogen su color, lo que sucede cuando le salen los incisivo s. Y casi que es esta la única diferencia visual entre las tallas de la exposición. No son fetiches, tampoco figuras de poder; son demandas para cumplir lo naturalmente establecido.
Coordinador: Alfonso Revilla Carrasco
Descargar desde: Repositorio de la Universidad de Zaragoza
[CIDAF-UCM]