La escena de conseguir una cita a menudo es comparada con la jungla: un ambiente duro y complejo, donde sólo sobreviven los más fuertes.

Pero cuando eres seropositivo y buscas amor, el plano es mucho más difícil de descifrar, este viaje está plagado de decisiones que amenazan la autoestima y de una continua incertidumbre.

Para celebrar el día de San Valentín, IRIN/Plus News ha tenido una charla muy sincera con tres activistas y con una joven estrella, (todo ellos conviven con el virus), quienes han compartido sus consejos y experiencias en el amor, la vida y todo lo demás.

Johanna Ncala, de 40 años, es coordinadora de la formación para el tratamiento contra el SIDA, de un grupo de presión que tiene la Campaña de Acción para el Tratamiento (TAC). Ella tiene una relación a distancia con su pareja desde hace cuatro años, un compañero activista de Mozambique, el padre de su hija de dos años.

Luckyboy Mkhondwane, de 32 años, trabaja como profesional de medios de comunicación en la comunidad de TAC, lleva con su pareja seronegativa algo más de un año.

Gordon Mthembu, de 44 años, es el coordinador provincial de Gauteng, acaba de pagar el lobola (la dote) de su novia, que es seronegativa. Llevan juntos desde mayo de 2007.

Tender Mayundla, de 26 años, está a punto de sacar su primer álbum en solitario. Hizo pública su situación durante un concurso de cantantes de la televisión nacional, el año pasado. Está comprometida con un profesor, y también es una relación discordante.

¿Os atrevéis a decir la verdad?

Luckyboy: Nos conocimos el 25 de noviembre de 2007; fue un amor a primera vista. Así que hable con uno de sus amigos, al que yo conocía, y ocurrió que él también se sentía atraído por mí. Así que dije, “De acuerdo, quieres salir conmigo, pero hay algo que debes saber sobre mí, soy seropositivo”. Y él dijo, “De acuerdo, está bien, no tendré problemas con eso”.
He estado con otra gente, que, una vez que se lo dices, te contestan “Ya te llamaré”. Y entonces te sientas al lado del teléfono y la persona nunca llama. Por tanto es mejor saber que estoy metiéndome en esto con alguien dispuesto a estar a mi lado en este largo recorrido.

Tender: Después de haber ido al cine y salir con este chico durante unas semanas, vi que de verdad quería una relación seria… Así que le dije, Hay algo que quiero decirte: Tengo tuberculosis y estoy en tratamiento para ello. Y él saltó: Ah, está bien, todo el mundo puede ponerse enfermo.
Me llevó días poder decirle, “no es sólo tuberculosis”. Me estaba carcomiendo por dentro… Estoy saliendo con este tío, usamos condones, pero el preservativo puede romperse alguna vez, y si se lo digo después puede hasta matarme, puede pegarme una paliza, así que se lo dije; soy seropositiva. Y vi cómo el tío se iba. Literalmente se marchó. Sencillamente se levantó, me miró, y saltó: “Estas de broma”. Me miró como si hubiera visto un fantasma, como si estuviera aterrorizado. Entonces le dije, “no se ha roto ningún condón, estás bien. De hecho, ni siquiera sabes si tú lo tienes también ¿te has hecho la prueba?”. Y él, “¡nunca me haría una prueba para eso!”. Intenté llamarlo, pero nunca respondía a mis llamadas.

Me hizo sentir como si nunca jamás fuese a tener una relación normal. Después de eso, (pensé), “¿sabes qué? Que se fastidien. No se lo voy a decir a esta gente. A partir de ahora me voy a callar y a lo mío”. Pero eso tampoco me funcionó, está muy mal mantener ese secreto con alguien que se supone que te importa, pero lo hice así durante bastante tiempo, para que te voy a mentir… Todo lo que me decían los médicos (sobre la re infección) me hacía sentir culpable, así que volví al rollo de ¿sabes una cosa?… y se lo decía. “Voy a decírselo el primer día”, Y lo tomé por norma y lo puse en práctica, ahora tengo un novio y quiere casarse conmigo.

Gordon: Puede que hubieran pasado dos días desde que empecé a estar con mi pareja antes de que la dijese que era seropositivo. Al principio, ella dijo: “me da miedo, mejor lo dejamos. No estoy preparada para salir con alguien seropositivo”. Yo lo respeté, pero cuando había pasado un mes o así, volvió y me dijo que había estado informándose sobre todo esto. Llevamos juntos desde el pasado mes de mayo e incluso he pagado la lobola (dote). Su familia conoce mi situación y no les ha importado, porque ella decidió que me quería y que no había problema con ello. Me han aceptado tal y como soy, y su familia está empezando a meterse en asuntos de defensa de gente seropositiva.

Johanna: Había un tío que conocí en Durban. Parecía una persona muy educada y me dijo que estaba interesado por mí. Le dije que estaba saliendo con otra persona, pero él insistió y seguía llamándome. Cuando le confesé mi situación, dijo, “está bien, intentémoslo de todas formas”. Inmediatamente después de colgar el teléfono ese día, sabía que no me volvería a llamar. Nunca lo hizo. Normalmente, cuando conozco a alguien, una vez que les digo la verdad, ya borro su número de mi teléfono, porque no quiero sentirme tentada y empezar a llamar a esta persona.
Sencillamente tú sabes cuándo van a volver a llamar. Puedes notar si sus palabras son sinceras, o si sólo lo dice para no herirte. Si les dices que eres seropositivo y ellos sólo dicen “No pasa nada”, sé que están mintiendo, porque una persona debería decir “Me preocupa, ¿puedes darme más información?”, debe haber preguntas.

¿Cómo se lleva una pareja discordante?

Gordon: A diario, piensas atormentado ¿qué pasa si se rompe un preservativo? Lo que me da miedo es infectar a mi pareja, a veces me pongo dos preservativos para protegerla.

Luckyboy: Eso da mucho miedo. A mí me ha pasado, y mi pareja era seronegativa. Se hizo una prueba al día siguiente y otra a los tres meses, y volvió a dar negativo, por eso yo prefiero ser franco desde el principio.
Mi pareja sabe que las posibilidades que tiene de contraer el virus son muy pocas, porque mi carga viral el muy baja, pero eso no me da derecho a mí a tener sexo no seguro. Yo no me arriesgaría. No creo que pudiera vivir con el sentimiento de culpabilidad si hubiese infectado a alguien.

Tú, yo y mi VIH.

Gordon: A veces estás hablando y no te creen, dicen “el SIDA te está tomando el pelo”. Se convierte en un tema, porque, digas lo que digas, todo tiene relación con el VIH, hagas lo que hagas, todo gira en torno al VIH. Mi pareja no bebe ni fuma y es un verdadero problema porque yo bebo y fumo. Muchas veces tengo que esconderme porque siempre me recuerda, “tú fuma, pero ya sabes que eres seropositivo”. En diciembre, bebí unas copas de más, volví a casa sobre la una de la madrugada. Mi pareja, en lugar de preguntarme dónde estaba, la primera cosa que me dijo fue “¿Has estado distrayendo a tu SIDA otra vez? Me emocioné tanto que casi hizo que quisiera dejarlo del todo, porque eso significa que ella deja claro que no va a referirse a ello de frente.

Luckyboy: Hay preocupación, siempre hay preocupación. Cada vez que voy a la compra y compro una botella de vino tinto mi pareja dice, “Erres seropositivo, se supone que no puedes beber”. O como ahora, si estuviera con mi pareja no estaría comiendo esto (apuntando a su sándwich), estaría tomando ensalada y agua. Algunas veces esto es demasiado…

Romper es duro.

Johanna: duele que a veces vas a empezar algo y entonces termine, eso te hace más reservada y no quieres volver a tener una relación. Y así, una vez que alguien te abraza, te apegas a esa relación. Pero no es fácil, porque siempre tienes miedo.

Tender: Por lo que a mí respecta, estar soltero no es malo. No busco novio, busco amigos primero. Un amigo que pueda comprender quién eres, como Tender, y como Tender con VIH/Sida. Los amigos muy cercanos pueden resultar gente que se enamore de ti por tu valentía. Sólo porque seas seropositivo, no significa que debas estar desesperado. No salgo por ahí lloriqueando a los hombres “por favor, acuéstate conmigo, acuéstate conmigo”.