“Afonso Dhlakama está entre la espada y la pared”, dijo a la MISNA David Hoile, director en Londres del Africa Research Centre y durante mucho tiempo asesor del líder histórico de la Resistencia Nacional de Mozambique (RENAMO).
Junto a Dhlakama, este profesor afrikaner, que nació y creció en Zimbabue, vivió un período fundamental durante la guerra civil y las negociaciones de paz que culminaron en los acuerdos de 1992 y en la transformación del grupo rebelde de la RENAMO en partido de la oposición. Una experiencia vivida en los bosques de los Montes Gorongosa (en el centro de Mozambique), los mismos donde Dhlakama habría regresado para esconderse, luego del ataque del ejército contra su base en Suntagira, el 21 de octubre. Además de ser director del Africa Research Centre, Hoile es profesor en la Universidad Internacional de Jartum, y ha sido entrevistado por las televisoras de todo el mundo, porque a menudo propone hipótesis heterodoxas, como en el caso de Mozambique.
Hoile está convencido de que la RENAMO ha sido instigada por el gobierno para que amenace con retomar la lucha armada. “Los ex rebeldes no tenían alternativa, porque en Maputo ya estaban listos para militarizar la confrontación” dijo. Según Hoile, Mozambique sería “un país corrupto” donde una pequeña élite del partido que gobierna desde 1992 monopoliza los ingresos generados por la explotación de carbón y otros recursos naturales. “La gran mayoría de la población vive en la pobreza y no tiene la posibilidad de incidir en los procesos políticos” dijo el director del Africa Research Centre. Según Hoile, Dhlakama y la RENAMO serían el rostro de la desilusión y el enojo generalizados. motivo por el cual, precisamente, en lugar de apuntar al uso de la fuerza, con ellos el gobierno del Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO) debería negociar. “Por el contrario, no hizo más que tratar de dividir el campo enemigo y alimentar las dudas sobre la regularidad de las elecciones, que ya habían sido fuertes en las elecciones de 1994? afirmó Hoile. La comunidad internacional podría tratar de cambiar esta política miope. Según Hoile, “las potencias regionales, como Sudáfrica, y mundiales, como China y Estados Unidos, deberían convencer al gobierno de Mozambique de negociar, en vez de perseguir con tanques al líder de la oposición”.
MISNA 31 Octubre 2013
