Noventa y cinco ciudadanos libios fueron detenidos por la policía sudafricana durante el pasado mes de julio en una supuesta base de entrenamiento militar en White River, dentro de la provincia de Mpumalanga, que hace frontera con Esuatini y Mozambique. Junto a los arrestados, las autoridades incautaron drogas y equipamiento militar. El operativo para desmantelar el local contó, entre otras instituciones, con la colaboración de la Inteligencia Criminal de la Policía.
Fuentes sudafricanas informaron que los sospechosos habían ingresado legalmente en Sudáfrica durante el mes de abril del presente año para formarse como guardias de seguridad, y se esperaba que regresaran a su país en diciembre.
Su lugar de entrenamiento es una empresa autorizada para formar a personas como guardias de seguridad, pero en realidad funciona como una base militar, según el portavoz de la policía sudafricana Donald Mdhluli. Sin dar más detalles, el funcionario declaró que el propietario de la empresa es de nacionalidad sudafricana.
Pese a la sospecha de que se trate de una base de entrenamiento militar, las autoridades locales garantizaron que no eran una amenaza para la seguridad de la comunidad local. Mientras tanto, Jackie Macie, responsable de seguridad comunitaria en la provincia de Mpumalanga, reconocía que el descubrimiento había sido preocupante, declarando:
“Como provincia estamos muy preocupados. Esta es una operación importante sobre esta granja. Estas personas violaron la Ley de Inmigración y también el propósito de sus visados, ya que vinieron aquí alegando que pretendían estudiar seguridad, pero por lo que estamos viendo, esta es una base puramente militar. Esto constituye una amenaza a la seguridad de la provincia y del país, por eso tenemos que arrestarlos. Los departamentos pertinentes deben tomar el control y devolverlos a su país”.
José Gama, periodista y comentarista de los programas de televisión del grupo Soico (Mozambique), afirmó que la detención de ciudadanos libios había pretendido aliviar la situación de criminalidad local, sobre todo porque la población local se estaba quejando de la implicación de los extranjeros en varios crímenes.
Las fuentes de la investigación no informaron sobre si los individuos detenidos pertenecían a algún tipo de grupo armado o de crimen organizado. El gobierno de Trípoli informó que estaba siguiendo de cerca el caso:
“Negamos categóricamente que el grupo detenido esté afiliado a nuestro gobierno o que tengamos alguna conexión con su envío o misión”.
Fuentes: X/@SAPoliceService – O Pais – Aljazeera
[Traducción y edición, Jesús Zubiría]
[CIDAF-UCM]
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