Las mujeres pueden realizar un aporte decisivo al crecimiento económico y social del continente, pero hay que ponerlas en condiciones de hacerlo, sin ser obstaculizadas ni penalizadas, señalaron los investigadores del Banco Africano de Desarrollo, en un primer informe dedicado a las desigualdades de género al sur del Sahara.
Según el estudio, en África las mujeres representan el 75% de la mano de obra agrícola y producen la mayor parte de la mercadería Sin embargo, en el mercado laboral siguen siendo objeto de discriminación. Los ejemplos son numerosos, desde un extremo al otro del continente. En Costa de Marfil las mujeres son dueñas del 62% de las empresas, pero en la mayoría de los casos son compañías más pequeñas y menos rentables. En cambio, en Malí es evidente la disparidad en el acceso a la tierra: sólo el 5% de los propietarios es mujer.
Lo que pesa especialmente en las oportunidades de las mujeres es el déficit de África en la infraestructura. Según la investigación, en los campos de Senegal las mujeres trabajan entre 15 y 17 horas al día en la recolección de leña y el suministro de agua. También los Parlamentos legislan la discriminación Mientras en Ruanda al menos el 30% de los cargos de responsabilidad están reservados para las mujeres en las instituciones estatales, en otros 35 países las esposas están obligadas por ley a obedecer a sus esposos.
Obviamente, hay grandes variaciones y diferencias de un lugar a otro. Según el estudio, los países con menos discriminación son Sudáfrica, Ruanda y Namibia, mientras que las cosas están peor en Somalía, Sudán y Mali.