Cuando uno habla de maratón, uno siempre se acuerda de las carreras clásicas que tienen lugar en capitales importantes del planeta. En los últimos años, los organizadores de eventos deportivos han encontrado el apoyo de la iniciativa privada para organizar carreras largas de participación masivas en otras ciudades que hasta ahora no tenían la oportunidad de albergar eventos de este tipo.
Nairobi y Kampala, por ejemplo, o incluso lugares paradisíacos como la incomparable reserva natural de Lewa en el norte de Kenia cuentan ya con una cita anual que congrega a atletas nacionales y foráneos de largo fondo.
Hoy, 11 de Junio, es un día histórico en Lira ya que, gracias a la iniciativa de una Oenegé (Global Health Network), se organiza hoy en la región una carrera de estas características (maratón, medio maratón, 10 Km y 5 Km para sillas de ruedas). Uno de los fines de esta carrera es hacer que la gente se conciencie acerca de un tema de desarrollo tan importante como la salud de madres y recién nacidos y el cuidado prenatal en general. En Uganda mueren un 16% de las madres que dan a luz ya sea en el parto mismo o en problemas asociados con la maternidad. La mortalidad infantil sigue siendo elevadísima, 127 de cada 1000 niños no llegan a los cinco años… como ven, razones más que suficientes para crear algo más de conciencia colectiva a través del deporte.
Entre los más viejos del lugar no hay acuerdo sobre cuándo tuvo lugar el último maratón en la región… unos dicen que poco después de la independencia (hace más de 40 años!!), otros dicen que hubo otro hace una decena de años… sea lo que sea es un acontecimiento histórico ya que, si supone ya un esfuerzo logístico grande para una ciudad de respetables condiciones, la cosa se complica aún más cuando es una pequeña ciudad la que alberga un acontecimiento así. Ni que decir tiene que no hay sofisticados puestos de avituallamiento o de refresco… todo es muy artesanal pero el valor y las ganas de los que han participado – humildemente, sin zapatillas de marca ni patrocinadores con poderío – ahí están bien patentes. La meta de todas estas carreras estaba situada en el estadio Akii Bua, bautizado así con el nombre del único atleta ugandés que ha ganado una medalla de oro en unas Olimpiadas (400 metros obstáculos en Munich 1972, estableciendo un nuevo récord mundial) y que es originario de esta zona.
Unos cuantos cientos de participantes en las diferentes categorías han animado la vida de esta ciudad y lo han hecho por una buena causa. Una prueba más de cómo el deporte puede ser también una herramienta muy útil para vencer muchas de las batallas con las que se enfrenta cada día el africano de a pie.
Original en En clave de África