Denuncian la persistencia de los cupos de detención de inmigrantes indocumentados en España, que la policía se ve obligada a cumplir

29/05/2009 | Crónicas y reportajes

La Asociación de Sin Papeles de Madrid y la Red de Apoyo Ferrocarril Clandestino han pedido, el día 28 de mayo, en rueda de prensa, que desaparezcan los controles masivos, programados, sistemáticos y racialmente selectivos de identificación de personas.

Las dos organizaciones convocaron a la prensa en la popular plaza de Lavapiés, en Madrid, barrio en el que residen muchos inmigrantes, para dar a conocer el estudio que han realizado, durante los dos últimos meses, en el que se han recogido los testimonios de 67 personas y muestras sobre abusos policiales y malos tratos, controles de identidad sistemáticos y programados, así como la existencia de cupos de detenciones, a pesar del desmentido del ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, del mes pasado.

Se han leído resúmenes de algunos de los testimonios de las víctimas de estas “cacerías”, como algún policía lo llamó delante de los detenidos, de personas que residen en España en situación irregular. Entre los relatos de situaciones que han tenido lugar tan sólo hace unos días, o unas semanas, se entremezclaron algunos testimonios mucho más antiguos, de la era del apartheid, en Suráfrica, o del régimen nazi, en la Europa de la II Guerra Mundial. Todos ellos transmitían el mismo temor, la misma injusticia y la misma impotencia ante unas fuerzas del estado, que agreden los derechos de algunas personas, bajo el criterio de su raza.

Las conclusiones del estudio realizado son estas:

Se llevan a cabo controles masivos programados para perseguir la posible comisión de una infracción administrativa.

Según la legislación española, este tipo de controles sólo se pueden llevar a cabo “para el descubrimiento y detención de los partícipes de un hecho delictivo causante de grave alarma social”.

El hecho de no tener los papeles en regla, no es un crimen, no es ni siquiera un delito, es una infracción administrativa. Los miembros de la Asociación Sin Papeles de Madrid y la Red de Apoyo del Ferrocarril Clandestino se preguntan ¿por qué tanto empeño de las autoridades en imponer a los policías un cupo de inmigrantes ilegales detenidos? Si no han cometido ningún delito, ni su situación es más que una irregularidad administrativa.

Se llevan a cabo controles selectivos racialmente orientados. Los controles policiales, alegan que son identificaciones aleatorias para prevenir o evitar un delito, pero en realidad, está demostrado que son controles planificados. Sólo se interfiere en la vida de los “no blancos”. Algunos extranjeros que tienen toda su documentación en regla, aseguran que han llegado a pedirles “los papeles” hasta seis veces en el mismo día. La policía protagoniza identificaciones aleatorias como la del día 14 de enero de 2009, cuando abordó a cuatro amigos, dos chicas blancas y dos chicos negros, que caminaban por la calle y les separó, blancas a un lado, negros a otro, los dos chicos tenían sus papeles en regla, pero a pesar de ello, fueron trasladados a la comisaría y puestos en libertad 5 y 6 horas después de esta detención. Los convocantes de la rueda de prensa cuestionan la aleatoriedad de estos controles y muestran en su estudio cómo sólo se requiere identificación a las personas no blancas.

No todos los policías se comportan de la misma manera. Muchos policías han expresado su malestar y desacuerdo con el propio trabajo que deben realizar por órdenes superiores de “llevar un número determinado de personas detenidas a comisaría”, un cupo.

Un ejemplo de esto es el testimonio de Abdoulaye, que fue detenido el pasado 26 de febrero. Mientras era trasladado a la comisaría, el policía que le había detenido hablaba con otro por radio y se quejaba de que, a las 23.30 horas de la noche que eran, todavía debía “volver otra vez a buscar a otras tres personas más” para llegar al cupo de detenidos que le habían ordenado.

Se utilizan grandes recursos en el despliegue de medios materiales y personales, policías, equipos, vehículos, etc, para identificar a personas bajo la sospecha de no poseer papeles de residencia en regla. Los participantes en la rueda de prensa consideran desproporcionado este gasto, para esta “gravísima” infracción administrativa, que después de todo, no se soluciona. La policía detiene a gente un día, estas personas pasan en comisaría uno, dos, tres días, vuelven a la calle, con su orden de expulsión en la mano, a la semana siguiente vuelven a detenerles, y así, hasta el infinito. Ousmane declaró que le habían detenido tres veces en dos semanas y no es el único.

Estos controles masivos selectivos racialmente se llevan a cabo en lugares de desarrollo del arraigo social, como por ejemplo los servicios sociales de las propias instituciones, escuelas, lugares de reunión, juzgados, embajadas, centros de salud, locutorios, transporte público… Impiden a las personas acudir a un juzgado o una embajada, a intentar regularizar su situación, o interceptan a las personas que acuden a trabajar en transporte público, o interrumpen a algunos mientras hablan con sus familias en los locutorios, o mientras trabajan en ellos, actividades que no revierten ningún delito, es más, muchas de ellas son trámites indispensables para regularizar su situación.

En el estudio se constata que estos controles se han realizado durante el año 2008 y durante los meses que llevamos de 2009. Esto significa que, después de la denuncia efectuada por el sindicato de policías, en el mes de febrero de este año, en la que se quejaban de estar obligados a detener un cupo diario de personas “sin papeles”; y después de las declaraciones del ministro de Interior, en las que negaba rotundamente que existieran estos cupos, los cupos siguen existiendo.

Este mismo mes de mayo, la policía expresó su desacuerdo con estas medidas que les son impuestas ante un grupo de detenidos. Fueron más allá e invitaron a que promovieran la presentación de una queja ante el ministerio de Interior, por lo insostenible de esta situación.

A menudo se llevan a cabo traslados a comisaría innecesarios de personas que tienen sus papeles en regla. A pesar de “ser legales”, son trasladados a comisaría y retenidos hasta comprobar que su documentación no es falsa. ¿Bajo qué tipo de sospecha se realizan estas retenciones? la de cometer una infracción administrativa. A veces incluso, una vez identificados en comisaría, los detenidos no son puestos en libertad inmediatamente.

La última conclusión es que en algunos casos se producen malos tratos físicos (golpes, empujones, obligar a hacer flexiones…) y en otros, mucho más frecuentes, se producen malos tratos psíquicos (insultos, burlas…). Las víctimas de estos controles han informado con frecuencia de las malas condiciones de su estancia en las instalaciones policiales, como falta de comida, frío, hacinamiento y restricciones para ir al baño.

La Asociación de Sin Papeles de Madrid y la Red de Apoyo del Ferrocarril Clandestino, piden que desaparezcan los controles racialmente selectivos; que no se realicen identificaciones selectivas en el trascurso de la vida cotidiana, como ir a por los niños al colegio o a trabajar como empleada de hogar; que tampoco se realicen estas identificaciones en los lugares de arraigo, embajadas, escuelas de español, lugares de realización de trámites, etc; que se acaben los malos tratos y que se vigile un trato digno.

También piden una reunión con la Delegación de Gobierno y las autoridades políticas, para constatar esta situación y que se haga público el compromiso por parte de todas las autoridades, para acabar con esta situación.

Por último pidieron a los ciudadanos que ayuden a denunciar los casos de abusos que presencien, para, entre todos juntos, luchar contra la injusticia.

Rosa Moro, Fundación Sur

Madrid, 29 de mayo de 2009.

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