La jueza Susan Illston, denegó la petición de Chevron Corp de recuperar más de 485.000 dólares en costes asociados al caso de derechos humanos presentado por los habitantes de algunos poblados de Nigeria. La corporación asegura que los demandantes les deben los costes del proceso, incluidos los costes de fotocopias y de honorarios por deposiciones, después de que fueran encontrados no responsables, el pasado otoño. Sin embargo, la jueza no ha estado de acuerdo.
“La disparidad económica entre los demandantes, que son habitantes de diversos pueblos de Nigeria, y los demandados, las compañías petroleras internacionales, no podría ser más cruda”, afirmó la jueza.
Illiston comparó las ganancias de Chevron en 2008, 23.930 millones de dólares americanos con los ingresos de los demandantes en el caso, citando que trabajaban en las instalaciones de gas, donde ganan como mucho 100 dólares al mes, o manejando el keroseno, donde ganan 867 dólares al mes, y otros trabajos como cortar y vender leña, pesca, y la construcción, en los que se suele ganar alrededor de 60 dólares al mes, entre otros empleos de bajo salario, y añadió que diez de los demandantes eran menores, que ni siquiera tenían ingresos.
La jueza también advirtió a Chevron, para que no se esforzase en utilizar la amenazada de la petición de los costes, como la que ha hecho, para evitar futuros litigios de derechos humanos.
“Fundamentalmente, este caso ha sido un intento por parte de ciudadanos empobrecidos de Nigeria de pedir más responsabilidad por las actividades que las compañías americanas realizan en su país. El fracaso último de los demandantes no resta valor al hecho de que esto era un caso de derechos civiles. La amenaza de disuadir a los futuros demandantes de iniciar procedimientos para reivindicar los derechos humanos en el futuro está especialmente presente en casos como este, en los que los demandantes tienen míseros recursos y los demandados son grandes y poderosos actores económicos”, explicó en las instrucciones.
El juicio fue presentado hace 10 años por los habitantes de los pueblos de Nigeria que protestaban pacíficamente ante Chevron, por la falta de trabajos y por los daños al medioambiente causados por la compañía en sus comunidades. Para sofocar la protesta, Chevron pagó y transportó al ejército nigeriano, famoso por su manera de actuar despiadada, para que retirasen a los nigerianos que protagonizaban una sentada en una de sus plataformas petroleras. Como resultado de ello, dos personas fueron asesinadas y otras fueron torturadas, además de los heridos.
El 1 de diciembre de 2008, el juzgado de Sam Francisco sentenció que Chevron no era responsable de los acontecimientos. Los demandantes han apelado esa sentencia en el tribunal de apelación del noveno circuito.
(Pambazuka News, 25-04-09)