“Las mujeres no son ni mercancías ni bienes que se puedan heredar… En muchas tribus ellas siguen siendo una “cosa” que el jefe de familia casa a su gusto, sin siquiera consultarlas… la mujer no puede disponer libremente de ella misma”.
Estas palabras resonaron con fuerza en 1939 en una sesión de la Asamblea de Diputados de París. Las pronunciaba una religiosa misionera que habla de algo que conoce bien, había visto muy de cerca la situación de las mujeres en distintas misiones y había viajado durante varios años por África Occidental francesa, estudiando en distintos países la condición de las mujeres. Había vuelto a Francia decidida a luchar para defender sus derechos y obtener del gobierno francés una ley que las protegiese. Lo hizo por la palabra y la pluma. Escribió dos libros, numerosos artículos y cartas.
Hoy, ante los diputados denuncia una injusticia: la falta de libertad ante el matrimonio de las que son víctimas las mujeres africanas.
¿Quién es esta religiosa que sorprende con estas palabras a los diputados franceses?
Sor Marie André du Sacré Coeur, nació en 1899, en Raismes, Norte de Francia. Después de obtener un doctorado en derecho en la Universidad de Lille entró en la Congregación de las Hermanas Misioneras de Nª.Sª de África, en 1924. Esta congregación había sido fundada en Argel a finales del siglo XIX., por el Cardenal Lavigerie. Bajo la apariencia menuda y frágil de la hermana, se esconde la fuerza de su pasión por luchar contra las injusticias y su determinación para actuar contra las causas que las provocan. Su formación como jurista y los medios que sus superioras habían puesto a su disposición para poder estudiar la condición de las mujeres en el África negra, le ayudaran en su lucha para defender los derechos de las mujeres africanas.
Ya, en 1935, Sor Marie André du Sacre Coeur había hecho un informe denunciando el trabajo forzoso de las mujeres en las colonias.
Después de haber analizado, concretamente .y al detalle, el trabajo de las mujeres y su forma de reclutamiento para diversos trabajos… concluye que “las mujeres estaban siendo sometidas a trabajos forzosos, lo mismo que los hombres, a pesar de los reglamentos que lo prohibían”. Es una denuncia valiente, hecha en un momento de enfrentamiento radical entre ciertos administradores coloniales y las misiones de la ex -Alto Volta, pero, el trabajo de Sor Marie se centrará ante todo en luchar para que las mujeres tengan la libertad de disponer de ellas mismas.
Su investigación sobre la condición de la mujer en África subsahariana, sobre las costumbres y tradiciones que la desvalorizan y la privan de libertad, dio lugar a una importante obra sobre la condición femenina y el estatuto matrimonial que, en las colonazas francesas, privaba a las mujeres, del derecho de libre elección.
La obra: « La femme noire en Afrique Occidentale », se publicó en 1939. Ese mismo año, la hermana pronunció un famoso alegato ante los diputados franceses, para defender el derecho de las mujeres a disponer de ellas mismas. Vale la pena acercarse a este texto por la importancia que tuvo en la elaboración de leyes posteriores.
“Señores, las mujeres no son ni mercancías ni bienes que se puedan heredar… la evolución realizada actualmente en las sociedades indígenas del África Ecuatorial Francesa, contrasta con la situación de las mujeres indígenas. En un gran número de tribus, ella sigue siendo una «cosa» que el jefe de la familia casa según su voluntad, sin siquiera consultarla…Ella no puede disponer libremente de sí misma. pertenece a la comunidad.
El matrimonio tiene casi siempre en su base un contrato de transación de propiedad entre dos grupos: el de la familia de la mujer y el de la familia del hombre. El contrato de matrimonio se celebra entre el titular de una mujer o una niña y un comprador, que es libre de adquirirla para sí o para otro miembro de la familia.
A menudo, la niña está destinada a casarse mientras todavía está en la espalda de la madre, e incluso puede ser condicionalmente prometida antes de su nacimiento.
El consentimiento de los futuros cónyuges no es necesario para la celebración del
matrimonio, independientemente de su edad, los dos pueden ser niños, o bien un hombre viejo puede adquirir una adolescente y casarse con ella … La chica se ve obligada, a vivir con su marido o, más precisamente, con su comprador, aunque tenga ochenta años, esté enfermo, sea leproso o aunque él ya tenga diez o veinte mujeres …
En el África tropical, la situación de la viuda es más precaria. La muerte del esposo no disuelve el contrato que une a la familia de la mujer a la de su marido, la viuda pasa así a los herederos, al igual que otros bienes dejados por el difunto …
Todavía hay abusos y desprecios por la libertad que no no se pueden tolerar en nuestras colonias…. »
Este alegato en favor de la libre elección en el matrimonio está a la base del Decreto Mandel. Numerosos investigadores han señalado lo mucho que el decreto debe a Sor Marie A du SC. En efecto, el primer ministro Luis Marin, utilizó los argumentos de su alegarto para escribir un proyecto de ley que fue presentado por los 196 miembros de su grupo parlamentario y votado por unanimidad.
Georges Mandel, Ministro de Colonias, informado la misma noche por Marin de este proyecto de ley, hizo de él un decreto de aplicación inmediata. Fue el famoso Decreto Mandel que daba a las africanas en las colonias francesas el derecho de decir “no” cuando se les quería imponerle un matrimonio.
Desde 1917, en las colonias dependientes del gobierno inglés en los territorios de la Gold Coast, existía la posibilidad de contraer matrimonio legalmente fuera de la costumbre, permitiendo así a las mujeres escapar a la costumbre del matrimonio forzoso y favoreciendo al mismo tiempo la monogamia. Pero, en los países bajo dominación francesa no era así y hublo que luchar:.. “pronuncié conferencias, escribí artículos en períodicos y revistas para obtener esta elemental libertad. Pedí que un decreto o una ley fijase una edad de pubertad legal y declarase que el consentimiento de los futuros esposos fuese indispensable para la validez del matrimonio y evitar que jóvenes impúberes fuesen cosnsideradas según la costumbre .como esposas legítimas del que tenía derecho sobre ellas”, escribió Sor Marie André del SC.
El Decreto Mandel fue revolucionario para su tiempo. Subordinaba la validez del matrimonio al libre consintimiento y fijaba la edad del matrimonio a los 14 años para las chicas y 16 para el chico. También asegura la libre disposición de ellas mismas. a las viudas que estaban sometidas a la ley del levirato, que las obliga a casarse con el hermano del difunto,
En 1947, Sor Marie André del SC., denuncia la ley del 27 de agosto que limita el derecho de voto de las mujeres en África y pide la igualdad de derechos, deberes y funciones, fiel a su convicción de que “no debe haber barrera que pare la promoción de la mujer”.
Hasta los años 1980, la Hermana escribe y participa activamente en Congresos internacionales sobre la condición y los derechos de las mujeres.
Desde los orígenes, las Misioneras de Nª Sª de África, han trabajado por la liberación, dignidad y promoción de las mujeres africanas. Las actividades de las primeras generaciones de hermanas, estaban orientadas a la mejora de la vida personal y familiar de mujeres por la educación y aprendizajes sencillos accesibles a todas. Más tarde, adaptándose a nuevos tiempos, la instrucción y la formación integral dispensada, ha intentado prepararlas también para sumir responsabilidades como profesionales y como ciudadanas.
La vida de Sor Marie du Sacré Cœur es un grito lanzado en la primera mitad del siglo XX, contra las injusticias hacia las mujeres africanas. Su grito es el eco fiel del lanzado contra la esclavitud en el siglo XIX por Charles Lavigerie
El recuerdo de esta mujer, que luchó directamente sobre estructuras tradicionales que podían esclavizar o mantener a las mujeres en una situación de inferioridad civil y social, tiene su sitio en la celebración del 125 aniversario de la campaña contra la esclavitud del Cardenal Lavigerie Este recuerdo es un homenaje para este gigante de la lucha contra ella y para todas y todos los Misioneros de África que, siguiendo sus pasos, han luchado y luchan contra las distintas formas de esclavitud de ayer y de hoy.
Fuentes: Décret Mandel du 15 juin 1939 / Soeur Marie-André du Sacré-Cœur, Laurent FOURCHARD, Les conditions du travail de la femme dans les pays de colonisation, 1935 / A. Doret-Audibert et A. Morelle, Sr. Mª André du S. C. religieuse en Afrique, Ed Keidoré / Emancipation de la femme Madaré, Bruno Doti Sanon, E. J. Brii, 1994/ Travail de Mémoire, Marie José Dor et Marie-Aimée Jaamult, SMNDA, p. 394