Primicia en el mundo árabe: El debate televisado entre los dos principales candidatos a las presidenciales apasionó a los egipcios
12/05/2012 EL PAÍS
El debate televisado entre los dos principales candidatos a las presidenciales apasionó a los egipcios; aprovecharon para entrar en una batalla cuerpo a cuerpo. (Resumen)
De acuerdo con el formato pactado, al final de cada bloque, ambos tenían la oportunidad de realizar una pregunta a su adversario.
El exjefe de la Liga Árabe acusa al islamista: “Utiliza un lenguaje dual: con los salafistas, es salafista, y con los laicos, es laico». En cambio, en reiteradas ocasiones, Abulfutú resaltó en sus cuestiones la conexión de Musa con el régimen del presidente derrocado pues sirvió durante la década de los noventa como ministro de Asuntos Exteriores. «Siendo un integrante del aparato derrocado, ¿cómo es posible que se convierta en la solución a los problemas del país?», le espetó.
El veterano diplomático se defendió argumentando que, desde su posición, defendía «los intereses nacionales», y no los del régimen. Además, aseguró no compartir muchas de sus políticas: «Me opuse a muchas de las políticas internas del Gobierno, y esa fue la razón por la que fui relevado de mi cargo».
Por su parte, Musa atacó a su adversario a causa de su pertenencia durante más de tres décadas a la organización de los Hermanos musulmanes de la que fue expulsado el año pasado por desobedecer las directrices de su guía supremo. En concreto, acusó a Abulfutú de haberse opuesto al régimen de Mubarak para defender los intereses de la Hermandad, y no los del pueblo egipcio. Asimismo, le recriminó sostener discursos contradictorios: «Él utiliza un lenguaje dual: con los salafistas, es salafista, y con los laicos, él es laico, ninguno de los dos sabe el acuerdo al que ha llegado con los otros».
Gracias a su condición de islamista moderado comprometido con la revolución, Abulfutú ha sido capaz de recabar el apoyo de partidos y grupos de ideologías muy diversas, desde organizaciones de jóvenes revolucionarios laicos, a movimientos salafistas que abogan por una interpretación ultraconservadora del islam.
«Llamo a la unidad de laicos, coptos e islamistas, para reflejar la unidad del 25 de enero [día de inicio de la revolución]. No podemos construir el país sin unidad, sin superar las diferencias de religión o de posiciones», dijo el político islamista en defensa de su proyecto político para la presidencia del país.
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