El día se despierta muy temprano en el parque nacional de South Luangwa, al sureste de Zambia. Una claridad tímida despide a la noche trayendo una brisa fresca. Una ilusión madrugadora antes del azote de calor. El cielo se rompe con un sol aún desperezándose antes de las seis de la mañana.
El safari comienza con el alba apurándonos para terminar el desayuno. El recuerdo de las carcajadas de las hienas y el bramido de los hipopótamos resuenan todavía en un entorno natural sediento. La falta de precipitaciones es la mejor invitación para que el visitante contemple cómo los animales se concentran alrededor del río Luangwa, que se esfuma por el sumidero. La lucha por el agua es vital en la temporada seca, de agosto a principios de diciembre, y el parque clama lluvias que asienten el polvo y empapen su desquebrajada tierra.
El parque nacional invita al sosiego. No existen apenas distracciones. El rumor del motor escasamente perturba los sonidos del parque, y los más de nueve mil kilómetros cuadrados de superficie hacen que los distintos vehículos puedan darse a la aventura sin necesidad de encontrarse. Los safaris son entonces una experiencia serena, sin multitudes, en el que el viajero forma parte del ecosistema y presencia las cientos de especies en su quehacer diario. Entre todas ellas destaca las jirafas Thornicroft, endémicas de esta zona del continente africano.
South Luangwa es uno de los espacios naturales más importantes del continente africano y uno de los lugares más apreciados del mundo por los biólogos. Una experiencia viajera tranquila lejos de las marabuntas de otros países africanos y que cuenta con un “cadáver vivo”, el río Luangwa, que se escurre por el sumidero durante la temporada seca.
En la Línea del Horizonte invito a hacer un safari por uno de los jardines del mundo: Luangwa, el safari tranquilo
Original en . Caminos Estrechos