Culpabilización colectiva de los hutu

4/09/2013 | Crónicas y reportajes

Desde el 30 de junio de 2013, la campaña cuyo objetivo es convencer a cada joven hutu de que se sienta siempre y en todo lugar culpable de los crímenes que habrían sido cometidos por otros hutu sigue en su apogeo, fue lanzada por el presidente Kagame mismo en Kigali ante centenares de jóvenes. A iniciativa de un joven “iluminado, de nombre Edouard Bamporiki, que se presenta como artista y escritor, pero que algunos lo consideran un hábil timador. De 29 años, ha fundado una asociación “Youth Connect”, rápidamente localizada y esponsorizada por “Imbuto Fondation”, creada y presidida por Jeannette Kagame Nyiramongo, la First Lady misma. Estas dos asociaciones organizaron este encuentro del 30 de junio.

¿Se trata de una idea luminosa de Bamporiko o de la puesta en práctica de decisiones provenientes del núcleo en el poder?

Con ocasión de este encuentro el joven Edouard Bamporoki expuso lo que llamó su descubrimiento. Tenía 10 años en 1994 y quedó traumatizado al enterarse más tarde que era de origen hutu, la etnia que había cometido crímenes abominables. Desde entonces estaría viviendo con un sentimiento de vergüenza y de remordimiento y por eso ha emprendido el camino de pedir perdón a todos los tutsi por los crímenes que los hutu cometieron, como una terapia que le ha aliviado. Ya que, según él, esos crímenes fueron cometidos en nombre de los hutu, de todos los hutu. Incluso quienes no cometieron crímenes, incluso quienes todavía no habían nacido, incluso quienes nacerán en el futuro…, deberían seguir sintiéndose culpables y pedir perdón a los tutsi. Los que le oyeron, pensaron en primer lugar que estaban en una sesión de trances delirantes, pero luego entendieron de qué iba cuando Paul Kagame se levantó y sostuvo la idea de Bamporiki tras haber fustigado a los hutu en general evocando historias abracadabrantes como por ejemplo la de su hermana que en los años 60 habría sufrido sesiones públicas de humillación delante de su clase que consistían en aplastarle su nariz para asegurarse que la nariz de los tutsi no estaba formada por un hueso. Evidentemente eso no se produjo nunca como han testificado antiguas colegas de clase de la hermana mayor de Kagame en Karubanda.

El mitin del 30 de junio constituía por lo tanto un lanzamiento, Bamporiki 1 interpuesto, de una amplia campaña para culpabilizar “también” a la generación hutu de 1994 que comenzaba a no estar concernida por los crímenes de 1994. Desde esa fecha, el FPR no cesa de difundir esta campaña de auto-flagelación de la juventud hutu. Cualquier ocasión es buena “para predicar la buena nueva”. En compensación, esos “hutu de servicio” que se prestan a ello son bien gratificados. El joven aventurero Edouard Bamporiki mismo a acaba de ser colocado en la lista de los próximos diputados del FPR que se instalarán tras el simulacro de elecciones legislativas prevista el 15 de septiembre de 2013.

Reacciones indignadas

Las reacciones no han tardado. Las formaciones políticas de oposición han protestado vivamente contra esta campaña de estigmatización de una parte de la población por parte del régimen del FPR, que pisotea el elemental principio de derecho que consagra que la responsabilidad es personal en materia penal. Las organizaciones de la sociedad civil han unido también sus voces a este concierto de indignación. Incluso la temible IBUKA, que defiende los intereses de los supervivientes tutsi, en un primer momento, se desolidarizó de esta campaña antes de ser llamada al orden y de situarse de nuevo tras las posiciones del presidente Kagame y su esposa en esta campaña de deshumanización de los hutu.

¿Epifenómeno o amplio proyecto?

Nos equivocaríamos si creyéramos que esta campaña es un epifenómeno que se encuadra solamente en la difícil cohabitación entre las dos comunidades. Esta campaña se sitúa directamente en la realización de un plan general elaborado por el FPR cuyo objetivo es eliminar de generación en generación del poder y del tener. Desde su toma del poder en 1994, el FPR se ha atareado en eliminar la generación de hutu que entonces estaban al mando. Esta eliminación recurrió a masacres planificadas (hornos crematorios, Kibeho, bombardeo de los campos de refugiados), a las jurisdicciones gacaca (la casi totalidad de hutu varones de más de 14 años en 1994 ha sido juzgada 2), etc. Quienes no murieron, fueron encarcelados. Otros se han convertido en parias o en zombis, improductivos, políticamente y económicamente inofensivos. La suerte de esta generación ya está decidida. Ahora le toca a la generación de los años 1994 y posterior (todos los que tienen menos de 30 años). La eliminación física ya no es fácilmente practicable y no alcanzaría sus objetivos sin provocar oleadas. No importa; la eliminación se hará gracias al procedimiento que consiste en convencer a los hutu de que se consideren criminales por el hecho de ser hutu y que si siguen vivos y libres los son gracias a la bondad de los tutsi.

Jane Mugeni, 8.08.2013, www.musabyimana.be

Traducción Ramón Arozarena

1. La instrumentalización del joven Bamkporiki no puede engañar a nadie. La filosofía del FPR que considera a todos los niños hutu como imbuidos por la famosa “ideología genocida” es una constante. La diputada Rose Mukankomeje declaró un día: “los niños hutu han mamado la ideología del genocidio en el seno de sus mamas”. El presidente Kagame mismo, en una entrevista a Jeune Afrique, declaró que los niños hutu nacen con la ideología genocida (JA nº 2302, 20.26 de febrero de 2005).

2. Entre 1,2 y 1,5 millones de personas han sido juzgadas por crímenes de genocidio o de ideología genocida. Si se sitúa esta cifra en el marco global de la población, se puede decir que la casi totalidad de los hutu varones de más de 14 años en 1994 ha sido juzgada. En estas condiciones, ¿se ha hecho justicia? ¿No puede ella misma ser calificada de justicia étnica? ¿No ha introducido ella también una globalización de los culpables del genocidio, convirtiendo a toda una etnia en un pueblo genocida?

(Entrevista a André Guichaoua, le JDD, 7 de abril de 2010)

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