Tratamos en este estudio, cuestiones de identidad, inteligencia (artificial=IA) y conciencia. Caminamos hacia un futuro impulsado por la tecnología (infotecnología+biotecnlogia).
Una diferencia fundamental consiste en que la IA resuelve problemas, mientras que la conciencia siente alegría, dolor, amor.
Los ordenadores pueden ser superinteligentes, pero no tienen conciencia. El control de datos no aporta sentido ni significado para una mejor calidad de vida.
Estamos ante una nueva situación: quienes poseen los datos poseen el futuro. Los datos son el nuevo petróleo. Nuestros datos tienen inmenso valor: los usuarios somos su producto, no clientes, si lo permitimos.
Las 100 personas más ricas del mundo poseen más que los 4.000 millones más pobres.
Es muy peligroso no ser necesario, y gran parte de la sociedad, será innecesaria y marginada, por nuestra irresponsabilidad.
La globalización podría aumentar, más todavía, la desigualdad, entre las elites y los supervivientes.
La carrera por controlar los datos ya ha comenzado: Google, Facebook, Amazon… Pero esta dictadura digital existirá en la medida que lo permitamos.
¿Cómo regulamos la propiedad de datos? ¿Algoritmos conectados en red para formar el andamiaje para una comunidad humana global?
La fusión de la infotec. y la biotec. es una amenaza para los valores modernos fundamentales de: libertad e igualdad. Cualquier solución al reto tecnológico tiene que pasar por la cooperación global. Pero el nacionalismo, la religión y la cultura dividen a veces a la humanidad.
Los datos de Facebook fueron manipulados para cambiar elecciones en muchos países del mundo, incluso en EEUU.
La gente lleva vidas cada vez más solitarias en un planeta cada vez más conectado.
La IA de Facebook puede trabajar para fortalecer nuestro tejido social y hacer que el mundo esté más unido, además de producir coches autónomos y cura de males.
Facebook mantiene conectados a más de 2.000 millones de usuarios activos. Pero es más fácil hablar con mi amigo en Suiza que con mi marido en la mesa. Están desconectados de su cuerpo, de sí mismos. Facebook pretende unir al mundo.
Los mismo hacen Amazon, Google, Apple, Twitter…que evitan impuestos en paraísos fiscales. Así es imposible fomentar justicia e igualdad.
Solo la cooperación global y ética, puede resolver los tres grandes retos: el nuclear, el ecológico y el tecnológico.
La bomba atómica, todos quieren evitarla. Pero la bomba ecológica es más grave y muchos países no quieren reducir la energía fósil por la renovable, a causa de su economía.
Las dictaduras digitales crearían una clase inútil global. Aunque mucha gente no cuestiona tal tecnología. Sin embargo, necesitamos una causa y proyecto común.
Los buenos nacionalistas deben hoy ser globalistas. Sola la cooperación global nos salvará, de los tres grandes retos.
¿Pueden las grandes religiones globales ayudar a resolver los grandes retos? Las religiones tradicionales parecen irrelevantes, para el autor del libro, en la solución de los retos técnicos, políticos e incluso de identidad de la gente. Incluso dice que son más parte del problema que de la solución.
Harari entiende las religiones como dogmas y no como sabiduría para una mejor calidad de vida. Por eso dice que las religiones son casi irrelevantes hoy día, son como una fachada (Marx).
Sin embargo, algunas religiones, como el sintoísmo japonés, el cristianismo ortodoxo en Rusia, el islam chií en Irán, el judaísmo en Israel, son religiones de Estado. La influencia y la magia de las religiones seguirá influyendo la vida moderna. Para Harari, las religiones son parte del problema de la Humanidad. El nacionalismo y la religión dividen a la sociedad.
Harari apenas habla del cristianismo del papa Francisco, porque no lo conoce ni lo entiende. Es de sabios hablar de lo que bien se conoce.
Papa Francisco: «Cesen de instrumentalizar las religiones para incitar al odio, a la violencia, al extremismo y al fanatismo ciego».
La migración es una realidad vital y global. Los pactos de migración son muy relevantes pero complejos, porque diferentes culturas miran la migración de forma diversa, y lo mismo hacen los países de origen y los países receptores.
Existen actitudes racistas y de superioridad de unas razas sobre otras, que dificultan toda integración de los migrantes.
Mantener abiertas las fronteras y las mentes, en Europa y en el mundo, facilitaría la superación de todo racismo y de todo complejo culturista. La posible presencia de algunos terroristas nunca debe debilitar nuestros valores de libertad y de tolerancia hacia los inmigrantes.
Desesperación y Esperanza. El terrorismo nunca debe asustarnos. Si liberamos nuestra mente del miedo y obsesión de los terroristas y reaccionamos, también en los medios, de forma equilibrada y sensata, el terrorismo fracasará.
Mientras que el terrorismo actual es real, el futuro terrorismo nuclear, el ciberterrorismo o el bioterrorismo plantearía una amenaza mucho más seria y exigiría una respuesta coordinada y global.
Pero los retos más urgentes de la humanidad son diferentes: gobernanza responsable, gestión de recursos para el bien común, economía ecológica, fuentes de energía renovables, y colaboración global por la paz y armonía social.
Las guerras son una posibilidad, pero cada vez menor pues saben que todos pierden. El peligro más grave hoy no consiste en guerras convencionales, sino en el terrorismo nuclear y el ciberterrorismo o bioterrorismo.
El mejor remedio para la estupidez humana sería la humildad. Pues no somos el centro ni los dueños del mundo, aunque lo creemos. Muchos pueblos pretenden ser los primeros: griegos, chinos, indios, egipcios, británicos, franceses, alemanes, estadounidenses, rusos, japoneses, judíos…aztecas, desde que la especie humana comenzó en África, en la edad de piedra. (hace 100.000 años).
Las tribus de cazadores-recolectores de la Edad de Piedra ya poseían sus códigos morales. Hasta los animales tienen sus códigos de comportamiento. Todas las religiones tradicionales poseen sus propios códigos morales, pues la moral humana es anterior a las morales de las extensas religiones universales. El monoteísmo hizo poco para mejorar las normas morales de los humanos, y a veces hasta fomentó el fanatismo. Yo siempre me pregunto sobre el misterio de la existencia y las religiones universales no me dan respuestas convincentes. Usamos el nombre de Dios para intentar justificar muchas cosas, pero no sabemos lo que significa. La fe religiosa no es una condición necesaria para el comportamiento moral. La regla de oro es una norma humana universal. Ser compasivo es bueno para nosotros mismos y para los demás.
Ser ateo es una opción viable. No hace falta invocar el nombre de Dios para llevar una vida moral. El laicismo puede proporcionarnos todos los valores que necesitamos, pretende Harari. Para muchos, el secularismo o laicismo es una visión del mundo positiva que incluye los valores humanos universales. El monopolio de la sabiduría y de la ética no es de ninguna religión sino la herencia natural de la humanidad. De todos los códigos éticos, el código laico es una alternativa. El compromiso secular más importante es con la VERDAD (empírica), que se basa en la observación y la evidencia y no solo en la fe.
El otro compromiso fundamental de las personas laicas es con la COMPASION. Y pregunto: ¿compasión también para el enemigo que nos ha ofendido? Los compromisos hermanados con la verdad y la compasión resultan también en un compromiso con la IGUALDAD JUSTA. Para buscar la verdad y ser compasivo necesitamos la LIBERTAD de pensar e investigar, con VALENTIA. Las personas laicas valoran la RESPONSABILIDAD en lo que hacemos y en afrontar los retos de la vida y de la sociedad. Estos son los derechos humanos universales. Toda religión, y toda fe, como toda ciencia laica, tienen sus sombras. También los movimientos seculares tienen sus ideologías radicales y opresoras.
Buscar la verdad en la bondad
Sabes menos de lo que crees escribe Harari. El individuo racional también se equivoca, y necesita a los demás para progresar. Si no podemos permitirnos perder tiempo, nunca daremos con la vedad. Además, el poder distorsiona inevitablemente la verdad. Nuestro sentido de JUSTICIA podría estar anticuado o inadecuado.
Harari piensa que el problema no es de valores, humanos o religiosos, sino de su implementación en un mundo global. Pienso que conviene precisar, que es sobre todo un problema de empoderamiento de la sociedad con los valores humanos auténticos y también de su difícil implementación, en un mundo global.
El empoderamiento de comunidades y sus líderes, me parece el mejor camino.
Vivimos en una época de posverdad, es decir, de mentiras. Aunque la mentira y engaño han existido siempre. Los humanos prefieren el poder a la verdad. La gente prefiere mitos a la realidad, sobre todo en la religión. La Biblia está llena de mitos, pero bien entendida es fuente de sabiduría y de verdad. Necesitamos verificar todas las fuentes de información, para distinguir la realidad de la ficción. Busquemos información de calidad científica y ética.
Resiliencia en un mundo cambiante
Los estudiantes más que nuevos datos, necesitan elegir lo importante y darle significado. Muchos pedagogos indican que debemos enseñar las cuatro c: pensamiento crítico comunicación, colaboración y creatividad. Estamos en la época de hackear no solo los ordenadores, sino a ti mismo. Los poderes digitales y económicos buscan controlarte y programarte. Por eso conócete a ti mismo es necesario, para vivir libre.
La vida es más que relatos, es encontrar el significado profundo
Todos los relatos sobre la vida y la nación quieren dar ánimo e implicación en el proyecto. Pero todos, sobre todo el relato cristiano, se basa en cimientos muy endebles, según Harari y pregunta: ¿Qué prueba tenemos de que el hijo del creador naciera de una virgen? ¿Para qué ha servido? Los relatos son ficticios, pero se busca darles sentido a través de ritos. Las celebraciones religiosas, nacionales, tribales se sirven de banderas, ritos y símbolos.
Los sacrificios y el sufrimiento son potentes rituales
Harari ve con gafas muy oscuras la historia del cristianismo, y solo resalta sus fallos que son muchos, pero que no son lo fundamental. No valora las religiones porque no conoce ninguna a fondo. El fascismo dice que mi nación es suprema y se merece todo, hasta el holocausto. Para muchos, como Buda, la vida no tiene sentido, y no hay que buscarlo, para liberarnos así del sufrimiento. Pero la realidad del sufrimiento sigue en la vida y necesitamos saber afrontarlo.
Meditación: simplemente observemos
¿Es fácil criticar todas las creencias, religiones, ideologías, políticas, pero donde están mis referencias y convicciones y proyecto de vida? Con una niñez infeliz, confiesa Harari, no encontré respuestas sobre el sentido de la vida ni siquiera durante mis estudios en Oxford. A través de la meditación y el deporte, comprendí que el sufrimiento nace de mi mente y percepción.
Podemos investigar el cerebro y las neuronas, pero es más difícil investigar la mente.
La conciencia es un gran misterio, y a través de la meditación podemos observar la realidad de la mente y nuestras sensaciones, concluye Harari. Conocernos a nosotros mismos es siempre difícil. Ni la tecnología ni los algoritmos podrán decidir quiénes somos nosotros, aunque les permitamos algún control.
Solo contemplando nuestro ser profundo, nuestra alma intima, seremos más conscientes de los retos y de las maravillas de la vida, y hasta de las experiencias profundas de fe, esperanza y amor, que nos hacen felices.
Para los cristianos: “El Amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, de Abba, que nos ha sido dado, por medio de su Hijo Bienamado”. (Rm.5,5). Por eso tratamos a todas las personas como hermanas.
“Como el Padre me ama, así os amo yo a vosotros, permaneced en mi Amor”. (Jn.15,9)
Resumen* del libro “21 lecciones para el siglo XXI” de Y.N. Harari
* Con comentarios personales de: Lázaro Bustince (director de África Fundación Sur)
[Fundación Sur]
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