(Resumen de un informe de Anthony W. Gambino y Mvemba P. Dizolele para Eastern Congo Initiative, septiembre 2011)
Está previsto que la RD Congo celebre el 28 de noviembre de 2011 elecciones presidenciales y legislativas. Estas elecciones determinarán si en el Congo se consolida la democracia y o se produce una marcha atrás y una deriva autoritaria. Estas elecciones ofrecen una vía magnífica para mantener la paz, la estabilidad y crecimiento económico de un país devastado durante muchos años por los conflictos recurrentes y por una mala gestión de la cosa pública.
El Congo comienza a mostrar tras decenas de años de delicuescencia ciertos signos de relanzamiento económico, político y social. Es un progreso todavía frágil que puede derrumbarse bruscamente. Existe un riesgo serio de que las elecciones generen inestabilidad, dadas las recientes tensiones y violencias. Todos, congoleños y actores extranjeros deben implicarse para reducir la potencialidad de inestabilidad y sería lamentable que se iniciara un nuevo periodo de turbulencias.
Se plantean dudas sobre la capacidad de la Comisión electoral nacional independiente (CENI) para organizar las elecciones en la fecha indicada. Las dudas e inquietudes se centran en la capacidad de la CENI para suministrar puntualmente los kits electorales a todas los colegios y mesas electorales.
El deterioro del sistema educativo durante decenios hace que haya muchas personas analfabetas y ya en 2006, en el proceso electoral anterior, se vio que la mayoría de las mujeres de medios rurales lo eran. Sería importante establecer un procedimiento claro para que los electores iletrados comprendan perfectamente que el voto es libre y secreto y cómo deben actuar.
Existen ciertamente otras cuestiones complejas que debería resolverse para que las elecciones tengan plena credibilidad, como el acceso de todos los candidatos a los medios, la promoción de un clima de paz sin intimidaciones, el establecimiento de controles e inspecciones para evitar las tentaciones de fraude, etc.
La CENI DEBERÍA ADOPTAR LAS SIGUIENTES MEDIDAS:
• Convocar a todos los partidos principales y acordar con ellos las condiciones técnicas y logísticas para la celebración de las elecciones.
• Mantener permanentemente reuniones con expertos técnicos para garantizar que todo funcione con normalidad y de acuerdo con las normas electorales internacionales.
• Desarrollar urgentemente un plan de educación de los electores para que incluso los iletrados puedan emitir el voto libremente y en secreto.
La división electoral de la MONUSCO, el centro Carter y otros socios deben trabajar en estrecha colaboración con la CENI. Los EEUU deben apoyar este proceso y si fuera necesario denunciar públicamente, caso de que se produzcan intimidaciones a los candidatos y a los electores e incidentes violentos orientados a modificar o tergiversar el proceso electoral, que debe ser libre, justo y transparente.
Resumen y traducción de Ramón Arozarena.
