Cuatro jóvenes africanos, dos de Senegal y dos de Gambia, han sido condenados por la justicia española a penas de cárcel, en algunos casos, sustituidas por órdenes de expulsión, con la prohibición de pisar suelo europeo durante los próximos diez año, por vender discos ilegales, actividad más conocida como Top Manta.
Estas desproporcionadas condenas del sistema judicial no son las primeras, pero han saltado a los medios de comunicación gracias al movimiento social que se ha generado en torno a ellos. El debate ha trascendido a la sociedad y a los medios de comunicación gracias a la Comisión de Manteros.
Esta comisión se formó a principios de este año, dentro de la Red Ferrocarril Clandestino, organizando talleres de trabajo para informar a las personas que se dedican a la venta “mantera” sobre sus derechos y obligaciones, además de asesoría y acompañamiento a los que puedan tener problemas con la policía o la justicia, ya que la mayoría de ellos desconoce, no sólo el idioma y el funcionamiento administrativo español, sino incluso que están haciendo algo ilegal. A partir de ahí surgió la idea de crear la Asociación de Sin Papeles, que prácticamente se ha activado por y para la organización de la campaña de pedir indulto para estos cuatro africanos de entre 25 y 33 años.
La Asociación de Sin Papeles ha puesto en marcha una campaña con la que solicitar el indulto para estos cuatro chicos. La campaña consiste en la recogida de firmas para solicitar el indulto ante el Ministerio de Justicia. Desde la página web del Ferrocarril se explican las razones por las que se solicita este indulto y se da la posibilidad de firmar on line.
http://www.transfronterizo.net/spip.php?rubrique19
La Asociación se reúne regularmente y toma decisiones sobre qué hacer, valorando las diversas situaciones. Por ejemplo, en la última reunión se hizo una “caja de resistencia” para uno de los chicos condenados, donde todos los que pudieron pusieron dinero para ayudarle a sobrevivir, puesto que ya no puede vender.
Además acaban de abrir una campaña paralela: “No en mi nombre” en la que se recogerán firmas entre los socios de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) bajo un manifiesto en el que se destaca la desproporción de la medida contra “el último eslabón de la cadena” de pirateo ilegal y se muestran en desacuerdo con la defensa de sus derechos de autores atacando los derechos más fundamentales de los más desprotegidos, que no hacen sino desempeñar “una de las pocas posibilidades de trabajo que se les da”.
Desacuerdo entre juristas por este “delito”
No son los únicos en esta situación, hay muchos casos de gente que es detenida por un delito contra la propiedad intelectual, un delito menor, que puede conllevar hasta dos años de cárcel. Muchos juristas opinan que la venta de CD y DVD en las calles no debería ser tipificada como un delito penal, de hecho es la única actividad que hoy por hoy tiene consecuencias judiciales, (las demás como la emisión en bares o la descarga ilegal no conlleva un proceso judicial). Hay que señalar que la audiencia provincial de Madrid es la más dura de toda España contra esta actividad, que al fin y al cabo es la menos perjudicial y beneficiada de todo el sistema de compartir y copiar música y películas sin autorización. En el resto de provincias, se considera ilegal la venta en el Top Manta, pero no se llega penalizar con cárcel a estas personas, puesto que la medida parece bastante desmesurada.
Ferrocarril clandestino defiende el derecho humano fundamental de poder migrar y tener los derechos garantizados en todo el mundo, bajo cualquier Gobierno, sea cual sea el lugar de procedencia y de destino. La organización ha abierto sus puertas a las personas que llegan a España para buscar un medio de vida, dispuestos a trabajar para poder sobrevivir y ayudar a sus familias, en su país de origen, pero que, una vez aquí, descubren que han de enfrentarse a multitud de trabas administrativas y legales, la mayoría de las veces imposibles de sortear.
Si no se les da permiso para trabajar, no pueden trabajar, y si no pueden trabajar, no tienen medio de vida. Sin medio de vida, las opciones son muy pocas. Llegados a este callejón sin salida, a muchos africanos no les queda más remedio que intentar sobrevivir haciendo lo que la mayoría de sus paisanos y conocidos hace: vender copias de discos y películas ilegales en la calle. Trabajo, dicho sea de paso, por el que obtienen un insignificante beneficio.
La parte buena de toda la tragedia
En el Ferrocarril señalan una parte positiva de todo este proceso: los sin papeles y manteros han empezado a organizase para activar la campaña e intentar defender sus derechos, ayudarse y apoyarse. “tienen muchas ideas y ganas de trabajar”. Han descubierto que pueden contar con mucha más gente que les apoya, que no todo el mundo en España desea ponerles impedimentos legales insalvables. También han descubierto la impotencia ante lo legal “cuando las leyes son la principal barrera”. Debaten y piensan cómo salir hacia adelante, sobre lo difícil que es asumir una responsabilidad tal vez excesiva, en una situación límite… Los sin papeles han llegado a la conclusión de que si nadie les defiende, tendrán que hacerlo ellos mismos.
El próximo día 16 de octubre se ofrecerá una rueda de prensa para presentar a los medios de comunicación el estado de la campaña y todo el proceso. De momento, los manteros tienen elaborado un texto para presentar junto con las firmas en el Ministerio de Justicia, aunque siempre se han mostrado “abiertos a la colaboración y participación de quien quiera que tenga algo que aportar”.
Rosa Moro
Fundación Sur
