Crónicas desde Obamalandia (I): Todos somos Obama. Por Alberto Eisman

19/01/2009 | Bitácora africana

Los ánimos no han hecho sino bullir en los últimos días antes de la jornada histórica del próximo martes en la que Barack Obama – hijo de un ciudadano keniano como se ha repetido hasta la saciedad – acceda por fin al puesto político más poderoso del mundo.

Inmediatamente después de su elección como presidente, innumerables leyendas urbanas – muchas de ellas realmente jocosas – corrieron por todo Kenia. Se decía que la Embajada de los EE. UU. en Nairobi daría carta blanca a todos los kenianos que solicitaran un visado para emigrar a aquel país. Rizando el rizo de la burocracia-ficción, se decía que a los miembros de la tribu luo (el grupo étnico del padre de Obama) se les pondría la alfombra roja y recibirían trato de favor durante el gran día en Washington y que todos volverían a Kenia con un substancial regalo del “pariente americano.” En Kenia, es proverbial el cliché tribal – en muchas ocasiones curiosamente cierto – del luo al cual le encanta aparentar delante de la familia y las amistades y que si puede se compra un coche de salón de excelente marca y terriblemente grande aunque luego lo meta en un pequeño cobertizo de paja porque el gasto realizado en comprar el automóvil haya dejado exhaustas las arcas domésticas y no haya ni para construir un garage en la casa.

Ni que decir tiene que la familia de Obama – su hermanastro, su abuela e innumerables primos (que en la mentalidad africana son como sus hermanos) y otros parientes – han acaparado la atención de los medios de comunicación. Bueno, a decir verdad no son solo los medios los que se preocupan por esta ahora singular familia… también los políticos nacionales se esfuerzan por “salir en la foto” y presentarse como antiguos amigos de la familia. Como bien dice aquel adagio castrense “a la victoria le salen muchos padres, mientras que la derrota siempre es huérfana” y bien que se nota esta paternidad común de la rotunda y asombrosa victoria del senador de Illinois.

Kenia vive en Obamanía constante, pero no solo en estos días cercanos a la inauguración sino desde los primeros momentos de la larga y ardua campaña electoral. Mientras en el resto del mundo se barajaban y se seguían de cerca diferentes nombres, aquí se tenía claro que Barack era el candidato a apoyar porque – así decían todos – iba a ser el ganador. Un acto de fe en aquel tiempo bastante voluntarista y descabellado pero que el tiempo se ha encargado de materializar de una manera que ha sorprendido a propios y extraños. Desde sus primeras andanzas en la política norteamericana, Kenia procuró seguir muy de cerca sus pasos. En su tiempo de senador visitó el país varias veces (vean la foto que acompaña a este post y que lo muestra fumándose un cigarrillo delante de la choza de uno sus parientes) y fue siempre capaz de convocar a grandes multitudes con su mera presencia.

En estos días – especialmente gracias al halo de perfección y mesianismo que rodea a un presidente electo que todavía no ha cometido un error grave o a tomado una decisión impopular – todos quieren asociarse a Obama de una manera a otra. Sentimiento muy lógico por otra parte ya que Kenia vivió anímicamente las elecciones norteamericanas con tanta pasión como si hubieran sido las suyas propias y esto simplemente porque veían a un “hijo del terruño” (en la tradición el hijo de un padre luo será siempre un luo aunque sea hijo de una blanca) que luchaba por hacerse con una utopía inalcanzable para la mayoría de los mortales y que salía victorioso de tal empresa.

Obama en este país es ubicuo: Los rotativos principales del país regalaron a sus lectores un gran almanaque 2009 con una gran foto de Obama. Una de las cervezas locales ha lanzado una variedad especial de producción limitada que se va a llamar – lógicamente – “Presidente.” Se venden teléfonos móviles con su figura que suenan con tonos grabados de sus discursos. La campaña de marketing es obviamente muchísimo más sutil que la de Estados Unidos, pero no es desdeñable. Además, se van a celebrar servicios religiosos especiales de acción de gracias y de intercesión por el nuevo presidente.

Como ven, un tiempo muy interesante para estar en Kenia…

Original en : http://blogs.periodistadigital.com/enclavedeafrica.php

Autor

  • Eisman, Alberto

    Alberto Eisman Torres. Jaén, 1966. Licenciado en Teología (Innsbruck, Austria) y máster universitario en Políticas de Desarrollo (Universidad del País Vasco). Lleva en África desde 1996. Primero estudió árabe clásico en El Cairo y luego árabe dialectal sudanés en Jartúm, capital de Sudán. Trabajó en diferentes regiones del Sudán como Misionero Comboniano hasta el 2002.

    Del 2003 al 2008 ha sido Director de País de Intermón Oxfam para Sudán, donde se ha encargado de la coordinación de proyectos y de la gestión de las oficinas de Intermón Oxfam en Nairobi y Wau (Sur de Sudán). Es un amante de los medios de comunicación social, durante cinco años ha sido colaborador semanal de Radio Exterior de España en su programa "África Hoy" y escribe también artículos de opinión y análisis en revistas españolas (Mundo Negro, Vida Nueva) y de África Oriental. Actualmente es director de Radio-Wa, una radio comunitaria auspiciada por la Iglesia Católica y ubicada en Lira (Norte de Uganda).

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