Human Right Watch ha acusado el día 10 de marzo a Angola de sofocar a la oposición y arrestar a periodistas y activistas, adelantándose a las protestas antigubernamentales que hay previstas en el país.
El grupo con sede en Nueva York ha expresado su “preocupación ante las amenazas de muerte anónimas que están recibiendo políticos de la oposición y abogados de derechos humanos, por los arrestos arbitrarios de periodistas y activistas, y por el mal uso de los medios de comunicación estatales, para propósitos políticos partidistas”.
Las llamadas a manifestaciones contra el gobierno, el día 7 de marzo, no tuvieron grandes resultados, después de que la policía arrestase a unas 15 personas, incluidos periodistas, en un intento de evitar el estallido de revueltas al estilo del norte de África, contra el presidente angoleño Jose Eduardo Dos Santos, que lleva mucho tiempo en el poder.
Funcionarios del gobierno y del partido en el poder han utilizado alegaciones sin fundamento de posible violencia, hasta el posible estallido de una guerra civil, para disuadir al pueblo de participar en las protestas, según afirma la organización HRW.
Una página web llamada “Revolución del Pueblo de Angola” ha convocado una marcha para pedir la salida de Ze Du (apodo de Dos Santos), sus ministros y sus corruptos amigos”.
Algunos han restado importancia a esta convocatoria anónima a la protesta como una farsa, pero el Movimiento Popular para la Liberación de Angola, MPLA, ha reaccionado con una demostración de fuerza, organizando grandes manifestaciones a favor del gobierno, dos días antes, el sábado día 5, en la capital Luanda y otras ciudades.
HRW dice que ha recibido una serie de informes creíbles sobre que los oficiales del gobierno han obligado a los profesores y funcionarios públicos de Luanda varias capitales de provincia, a participar en dichas manifestaciones.
(News 24, 10-03-11)