La suspensión de la selección de fútbol de Nigeria para competiciones internacionales durante dos años, efectuada por el presidente de este país, ha sido criticada por los analistas del país.
El portavoz presidencial, Ima Niboro, ha hecho pública ante los medios de comunicación la decisión del presidente Jonathan Goodluck de hacer que Nigeria reorganice su fútbol, después de que el equipo fuera eliminado en el grupo inicial del mundial de Suráfrica, sin haber ganado un solo partido.
Niboro declaró que “el presidente Goodluck ha ordenado que Nigeria se retire de la competición internacional durante dos años para permitir que el país ponga su casa en orden”.
Pero Yinka Salam, un analista de actualidad de la capital de Nigeria, Lagos, ha declarado que disolver el equipo y prohibirle que participe en competiciones empeorará el problema. “Definitivamente va a afectar al desarrollo del fútbol, va a afectar a los que su carrera está en juego. Es como decir que porque los profesores están en huelga, la gente suspende los exámenes y se prohíbe la matriculación en la universidad durante cuatro años o dos años para arreglarlo”.
El analista, entusiasta del fútbol, dice que en vez de suspender al equipo en competiciones internacionales durante dos años, el gobierno debería establecer un comité de personas que conozcan este trabajo para arreglarlo y añade que el problema del fútbol de Nigeria es que hay que nombrar a personas cualificadas para los puestos importantes.
“No hay que nombrar a una persona ministro de Deportes porque sea amigo tuyo. Miren lo que pasa en Brasil, Dunga es uno de sus mejores jugadores (ahora el entrenador de la selección), miren a Argentina, y vean a Maradona. ¿por qué no podemos hacer nosotros lo mismo?”.
Bajo las normas de la FIFA, la interferencia del gobierno con las selecciones es sumamente desaconsejable para ayudar al desarrollo del fútbol.
Yinka apoya esta postura de la administración de la FIFA, diciendo que el sistema libre de la interferencia del gobierno y la política producirá mejores resultados.
Sobre la posibilidad de una sanción de la FIFA al la interferencia del gobierno de Nigeria, Salam dice que “si ese es el precio que tenemos que pagar por tomar una decisión equivocada, por permitir que el enfado nuble nuestro sentido de la razón, por no permitir que el proceso tome su curso normal, entonces que así sea”.
(Africa News, 01-07-10)