Pues sí, hay crisis y crisis y más crisis, y parece que así hasta el infinito y más allá.
La que se vive en España es grave, pero por mucho que digan ya me cuesta creer que la gente pase hambre de verdad, por más que la cosa esté algo más que jodida.
Yo mismo he venido a España un par de semanas para intentar vender algo de lo que tengo para poder seguir con el proyecto que en puesto en marcha en Burkina Faso, pero sigo estando gordo. Como demasiado, pero es de las pocas cosas que me quedan: darme el gustazo de ponerme ciego.
Es verdad que yo soy más bien un tipo que era rico y que se ha quedado sin pasta por culpa de la crisis y de mi mala cabeza. A partes iguales.
En todo caso, como me repetía el bueno de mi padre, ‘tiene más el rico cuando empobrece que el pobre cuando enriquece…’, lo que quiere decir que no tengo dinero en el banco pero me queda alguna propiedad por vender (aunque no sé hasta qué precio tendré que bajar para vender algo).
También decía mi padre, ‘tanto tienes, tanto vales’, y él que pasó alguna que otra crisis económica y se arruinó un par de veces en su vida, siempre me decía que cuando tienes mucho no te faltan los amigos que te rodean, pero cuando estás arruinado comprendes lo que es estar completamente solo en la vida.
Tampoco es exacto, que ha habido casi una decena de amigos que, si no podían ayudarme, al menos me han contestado.
El problema es que cada vez que vengo a España la situación que observo y lo que me transmiten amigos y conocidos es que la crisis no ha tocado fondo, si es que piensa hacerlo alguna vez.
Porque lo que se vive en España no es una crisis, es un cambio de modelo y de valores, una revolución en el peor sentido de la palabra, según explica la Wikipedia.
¡Ojo!, una revolución a la que vamos pero en el peor sentido de acabar con el estado del bienestar y de todos, o casi todos, los logros obtenidos por los trabajadores a lo largo de siglos de luchas sociales.
En Burkina, sin embargo, estamos saliendo de la crisis.
Sí, porque aquí, lo que teníamos era una crisis, algo temporal y transitorio: una crisis alimentaria.
Este año pasado ha habido hambruna en muchas zonas de Burkina Faso, porque la campaña agrícola 2010-2011 fue muy mala, no llovió lo suficiente, por más que el Gobierno diera datos halagüeños.
Este año, sin embargo, ha llovido a espuertas, con sus correspondientes inundaciones en sitios que han provocado la pérdida de cosechas. Ya se sabe que nunca llueve a gusto de todos…
El caso es que en Burkina se ha terminado la crisis, la crisis alimentaria, de la otra mejor no hablamos que para algo somos el 6º país más pobre del mundo.
Como os decía la cosecha de cereales y alimentos de temporada que son los que dan de comer a más del 80 % de la población ha sido muy buena y este año no habrá gente pasando hambruna. Creo.
Pero no hay bien que por mal no venga y lo que se va por lo que se viene…
No habrá muertos por hambre dentro de unos meses, los graneros estarán llenos al acabar la cosecha y habrá excedente para vender o poder pagar algunas medicinas, el coste de la escuela de los críos o cualquier otro extra parecido, pero me vas a adelantar un montón de muertos por malaria.
Este Dios, al que tanto veneran por estas tierras, es un cachondo mental.
O lleva una contabilidad muy estricta de la vida y de la muerte, ¿qué habéis pasado hambre y me habéis rezado un montón pidiendo agua para la próxima cosecha…?
¡Toma agua, jajaja!
Y a los que no se les arruinen las cosechas por las inundaciones o se ahoguen en los ríos que se forman o los estanques (aquí casi nadie sabe nadar) que les pique ese mosquito tan simpático que se me ocurrió en el sexto día de la Creación, ¿o fue en el quinto?
Original en : FronteraD
