Crisis? What Crisis?, por Félix Pérez Ruiz de Valbuena

20/12/2011 | Bitácora africana

Se viene uno a pasar las Navidades en familia, trayéndose a la media naranja, que tiene talla de naranja entera (sólo la dejo ponerse tacones cuando tiene que humillarme un poco) y no se gana para tristezas y pesares. La verdad es que se nota, por el nivel de las quejas, que la gente está agobiada.

Digo por las quejas porque por todo lo demás da gusto estar en este primer y lujoso mundo.

Es verdad que hay 5 millones de parados y reducciones de toda clase de ayudas y subsidios y peor que se van a poner las cosas con los resultados de las recientes elecciones, pero en todo caso la comparación con la situación de la que yo vengo (no sé a la que voy pero no me refiero, todavía, a mi situación personal, que sería envidiable, no sólo por mi media naranja), es insultante.

Es verdad que allí se nota menos porque esto de la crisis cuando vives en uno de los países más pobres del planeta (181 sobre 187) se nota relativamente poco. Me refiero a que los pobres, es decir el 85% de la población lo que notan es un poco más de hambre y una posibilidad creciente de fallecimiento, porque las ONGs del primer mundo reducen sus ayudas, pero los que de verdad lo pasan peor son los de la ‘clase media’, es decir todos aquellos que trabajan para las ONGs o tienen Asociaciones locales que viven del dinero que les dan las ONGs extranjeras.

Y, por supuesto, los Ministros, altos cargos, funcionarios, etc, que los Presupuestos del Estado dependen de los impuestos de Aduanas, sobre todo, y de las ayudas de los organismos internacionales.

Este año, medida que he aplaudido a rabiar, el Primer Ministro ha prohibido terminantemente, en el Consejo de Ministros del 30 de noviembre (sección II. Comunicaiones Orales), las fiestas de fin de año, y de ‘buenos deseos’ para el año que viene, así como cualquier tipo de regalos, gadgets, decoraciones navideñas, etc.

Así que si la decoración en las calles de Madrid ha bajado un poco en Burkina se ha acabado (justo cuando acabo de poner un árbol de Navidad en la Biblioteca, ¡cachis!).

“Los fondos así liberados deberán ser utilizados para la compra de víveres en benficio de la población”, dice textualmente la comunicación del Consejo de Ministros. Espero que no sea un agujero para poder comprarse champán y ‘gourmandises’ entre ellos pero dando la imagen de austeridad…

Porque este año 2012 me temo que va a haber hambre… y eso que el año pasado la cosecha fue excepcional con un excedente, presumían en los periódicos, de casi 1 millón de Tm de cereales, ¿dónde están ahora? Es un misterio mayor que el de la Santísima Trinidad, que ya es decir.

Bueno pues como hay crisis en España uno de los sectores económicos que más sufren es el de las empresas de la Solidaridad.

Me han abordado en estos días por la calle varios ‘comerciales’ (o lo mismo eran voluntarios) de ONGs importantes.
También me han ofrecido comprar tarjetas de ayuda al pagar en las cajas de establecimientos comerciales (Hipercor, incluido).

Debe estar la cosa tan cruda para poder mantener unas estructuras tan importantes y complejas que se ven abocados a campañas de publicidad para recaudar fondos con los que mantener su actividad… empezando por las estructuras que funcionamiento en España.

Sé que tiene que ser así, ONGs tan grandes y con tanta actividad no pueden funcionar sin una estructura profesionalizada, los voluntarios suelen ser un engorro que no aporta nada más que inconvenientes.

Lo malo es que la mayoría de estas ONGs no explican al público cuál es su estructura de gastos (aunque tengan que declarar todo a la Administración Pública de la que dependan), porque no resulta muy ‘publicitario’ saber cuánto del dinero que la gente dona no llega a salir siquiera de España.

Primero se cubren los gastos de organización, personal, etc, de España, luego los de la delegación o Asociación asociada en el país en que se colabora y lo que queda (si queda) es lo que llega a los proyectos destinados a ayudar a la gente…
Así tiene que ser, supongo, aunque lo ideal es que fuera al revés, que lo que sobrara es lo que se repartiera a la organización en España, jejeje.

Por eso, y por los chanchullos que a veces ocurren en algunas ONGs, es por lo que prefiero organizaciones tipo UNICEF, CRUZ ROJA…, que dependen no de personas o fundaciones particulares, sino de organismos internacionales.
Por eso también no he puesto en marcha una ONG (aunque registré una Asociación en España y en Burkina), porque no me merece la pena tener que montar toda una estructura administrativa-contable que me costaría más dinero del que podría conseguir con alguna hipotética subvención…, al fin y al cabo todo lo pago yo de mi bolsillo…

Y aunque nadie está libre de pecado, como diría el bueno de Forges: no os olvidéis de Haiti…

De todos los Haitis que hay en el mundo, incluido Burkina Faso.


Original en FronteraD

Autor

  • Pérez Ruiz de Valbuena, Félix

    Félix Pérez Ruiz de Valbuena. ( Calatañazor, Soria, Diciembre 1954 ) Estudió economía . Marxista-leninista de formación política, afirma que no le sirvió para hacer nada demasiado útil en la vida universitaria, salvando quizás el Festival de los Pueblos Ibéricos. Empresario familiar comparte con sus dos hermanos la propiedad de una empresa de formación. reside actualmente en Burkina Faso con la esperanza de comenzar de nuevo con proyectos que le devuelvan la ilusión. Con tres hijos y un nieto, que le hacen felices los más de los días. Y como dice Soltero y sin compromiso. Es colaborador de la Revista Digital Frontera D con su Blog Negros sobre blanco , que iremos reproduciendo en nuestra sección de Bitácora Africana, agradeciendo a Frontera D la autorización para hacerlo y por supuesto a Félix Pérez Ruiz de Valbuena

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