La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) ha informado que tras de 18 meses de conflicto en Sudán del Sur, 4.6 millones de personas necesitan ayuda alimentaria en este país.
La guerra civil comenzó en diciembre 2013, cuando el presidente Salva Kiir acusó al Vicepresidente, Riek Machar, de planear un golpe de estado, provocando así un ciclo de asesinatos en represalia por todo el país, provocando devastación, pobreza y división étnica. Toby Lanzer, representante especial adjunto del Secretario General de la ONU en la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur, ha declarado que «la intransigencia política ha dejado a la paz aún más lejos: la guerra continúa y está dando lugar a un colapso económico».
Este conflicto se ha visto caracterizado por masacres étnicas, violaciones y el uso de niños como soldados. En un informe realizado por Naciones Unidas, los combates más recientes se han singularizado por la quema generalizada de viviendas, la demolición de colegios, hospitales y puestos de sanidad, la destrucción de puntos de agua potable y otros asaltos a infraestructuras necesarias para la vida común. Tampoco ha habido ningún esfuerzo por distinguir entre objetivos militares y civiles, produciéndose así bombardeos de poblados y la distribución indiscriminada de armas entre la sociedad civil.
Como informa Sudan Tribune, después de que los enfrentamientos se reanudaran el mes pasado entre las facciones beligerantes, el número de personas desplazadas ha aumentado tanto en el Estado de Unión como en otras partes de la nación. La cifra de desplazados que han llegado a los diferentes campos de acogida se ha disparado pasando de 52,000 a 72,000. La aglomeración ha sido citada como uno de los más grandes desafíos a los que se enfrentan diariamente las personas en estos campos. Miles de civiles llegan cada día, la mayoría carecen de las necesidades básicas, buscando guarecerse entre los arbustos, mientras que muchos mueren de hambre.
Más de 2 millones de personas se han sido forzadas a marcharse de sus casas, incluyendo a 135,000 que están viviendo en bases de Naciones Unidas por todo el país, y 500,000 en países vecinos. La Organización de Alimentación y Agricultura (FAO) prevé que un 40% del total de la población de Sudán del Sur padecerá inseguridad alimentaria severa.
Claudia Velilla Zuloaga
Fuente: Daily Monitor y Sudan Tribune
[Fundación Sur]