Crisis en Mali: ¿Y si Argelia se equivocara?

23/10/2012 | Opinión

He aquí cómo Mali, por haber ayudado a Argelia a acceder a su soberanía internacional, es agradecido por este país que está detrás de todas las agitaciones y acciones de desestabilización perpetuadas en el Norte Malí desde 1989 hasta 1996, del 2006 al 2009 y más recientemente desde el 17 de enero del 2012 hasta hoy en día.

En efecto, Argelia en colaboración con el Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) y a Ansar Dine ha planificado y mantenido conscientemente la desestabilización que tiene lugar en nuestro país [Mali] con sus corolarios de crisis a la vez militares e institucionales (políticos).

A pesar de su pertenencia al Comité de Estado Mayor Operacional Conjunto (CEMOC), puesto en marcha por los países de la región (Argelia, Níger, Mauritania y Mali) y que tiene por misión luchar contra el terrorismo, Argelia ha suministrado carburantes, comida y cuidados sanitarios a los combatientes enemigos de Mali, y rechazó la posibilidad de una intervención aérea, para aflojar la presión sobre Tessalit, cercada por fuerzas rebeldes y terroristas, violando el memorándum que lo instituyó.

La misma Argelia, perfectamente informada de las amistades del MNLA y de Ansar Dine con Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) de Abou Zeid, Belmoktar, Droukdel y Abou Hammam, que son sus miembros destacados, se desloma para hacerlos acudir a la mesa de negociaciones bajo el pretexto falaz de que son movimientos de rebelión alentados por los propios malienses.

Sí, algunos malienses sin duda, pero que han pactado con el diablo, en concreto con AQMI de Aguel’Hoc, donde torturaron a otros malienses Los soldados del ejército de Mali los hizo prisioneros y después los desarmó.

¿Acaso no fue el mismo MNLA quien hizo novatadas, violentó y agredió a las poblaciones de Gao donde también violaron y mataron otros civiles malienses, incluyendo un líder local, con las consecuencias que se derivaron a través de la movilización del Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUYAO o MUJAO), junto a poblaciones excedidas de la ciudad para ahuyentarlos con estrépito?

¿Acaso no es Ansar Dine quien hizo lapidar a muerte a una pareja en Aguel’Hoc y procedió a amputaciones de miembros a otros desafortunados ciudadanos malienses?

El derecho internacional ordena que los cómplices de acciones y movimientos terroristas sean considerados y juzgados como terroristas. Y Argelia, despreciando el luto de las familias de los soldados supliciados en Aguel’Hoc, de la pareja lapidada en la misma localidad, del dolor de los y las malienses heridos y violados en Gao, y el luto de las familias, siempre en Gao, envió una delegación a Bamako que tuvo la indelicadeza, acentuada con una falta de respeto hacia Mali y sus dirigentes, de solicitarles la apertura de negociaciones políticas con el MNLA y Ansar Dine, que no son nada y nada menos que organizaciones terroristas.

Qué falta de delicadeza, qué falta de tacto, qué grosería por parte de un Estado tan puntilloso sobre su independencia y su soberanía, que no hubiera tolerado jamás de nadie una actitud semejante hacia él.

Qué ingratitud por parte de este país y sus dirigentes, cuyo primer miembro residió en Gao y movilizó al Mali del presidente Modibo Kéita por la causa de la independencia argelina. No será el subteniente Moussa Traoré de aquella época quien lo niegue, menos aún las trazas todavía visibles del campo de instrucción construido entre Gao y Kidal en Intadjilit donde los soldados del Ejército de Liberación Nacional (ALN) eran recibidos y formados. Ese Mali que dirigió las armas y se arriesgó para hacerlas llegar a los maqui argelinos a través del Sahara y que lo pagó con un “putsch” militar fomentado por la venganza de la Francia de De Gaulle contra el régimen socialista del presidente Modibo Kéita.

En aquél entonces, ni el MNLA ni Ansar Dine existían, pero fue Mali, el Estado de Mali hoy ultrajado por una Argelia ingrata, tan pagada de sí misma y convertida en arrogante por las rentas del petróleo, sí, ese mismo Mali pobre pero digno y orgulloso que dice no a vuestra actitud colonialista e imperialista hacia ella. Sí, ese Mali, que aunque desagrade a los argelinos, que rechazan el aporte que tuvo a su historia por medio de sus programas escolares, sí fue ese Mali que su país desprecia tanto que se desangró para que un día pudieran ser libres. Hace ya 13 años que aquél que los dirige no se ha dignado a hacer siquiera una visita de trabajo a Mali, o a Fortiori una visita oficial, y eso traduce con suficiencia la arrogancia y el desprecio del Argelia hacia Mali.

Preguntémonos pues lo que hace correr tanto a Argelia hacia Mali, hasta el punto de querer infantilizar a Mali y a sus dirigentes quienes, al preguntarles, no saben dónde se encuentran sus intereses. Tanto como no apoyáis la presencia de Francia en la zona, sabed igualmente que no sois los amos de Mali, menos aún del Sahel, y sabed que vuestra invasión nos incomoda y nos indispone.

Mali no contradecirá a una Francia lejana cuyo jefe se ha comprometido ante el mundo entero a nuestro lado, mientras Argelia, su vecino inmediato se anda con rodeos, juega y se sorprende soñando que frena una intervención pedida por un país, Mali en este caso, en el cual no ve más que una colonia francesa. Qué insolencia que la de titular “el Sahel al ritmo de Argel”. Mejor si eso basta para halagar el orgullo de los argelinos y sus dirigentes que deben sin embargo ocuparse del bienestar de sus administrados que se hunden bajo un paro masivo, una pobreza rampante que convierte a las basuras de Argel en viviendas endémicas, hasta el punto de llevar a ciertos argelinos a dormir en la calle, a no poderse casar, a practicar una promiscuidad fuente de incestos; vamos, una olla a presión que pronto les estallará en la cara. Acuérdate, Argelia, la suerte que fue reservada a la rana que quiso engordar tanto como el buey. Tu orgullo te hinchará y te hará explotar frente a los ojos de los justos malienses que refriegas desde tu altivez.

El nombramiento de Romano Prodi en detrimento de tu aliado Saïd Djinit, da a partir de ahora una dimensión internacional al caso de Mali que habéis perdido para siempre, mientras que el presidente Amadou Toumani Touré os había elegido como mediador, hasta el punto de ponerse al dorso a su amigo Blaise Compaoré, que se lo hizo pagar empujando a los jóvenes del Comité Nacional para el Enderezamiento de la Democracia y la Restauración del Estado (CNRDRE) a exigir su dimisión, para no arriesgar la pérdida de su estatuto de mediador con su regreso a los negocios. El mencionado presidente llegó hasta a nombrar al que reconocéis como vuestro amigo, en el puesto de Ministro de Asuntos Exteriores para daros confianza.

A pesar de eso, habéis apostado hasta el punto de perjudicar a vuestro amigo y a vuestros propios intereses, que consisten en salvar a toda costa a vuestros servidores del MNLA y Ansar Dine.

Es el rescate por los servicios rendidos y por rendir que os empuja a alinearos con el presidente Blaise Compaoré, amigo de Marruecos, otro de vuestros enemigos íntimos e irreductibles que, casualmente, también jugó un papel importante, muy importante en vuestra conquista de la independencia, sin embargo mediador de la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (CEDEAO) de la que tampoco queréis oír hablar.

Que Argelia sepa que tanto como se apoya en caso de necesidad en la Unión del Magreb Árabe (UMA), como recientemente en el caso de Mali, este se apoyará a su vez en su región cuya emanación es la CEDEAO. Mali es y sigue siendo miembro de la CEDEAO en lo que concierne la problemática de su septentrión. Mali, que no está casado con Argelia, da mandato a la CEDEAO y aplaude con las dos manos el apoyo de Francia a su demanda de golpes militares contra sus hijos indignos que se han prostituido para ustedes contra sus pretendidos soldados perdidos del Frente Islámico de Salvación (FIS), del Grupo Islámico Armado (GIS) y del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), el actual AQMI.

Mali y los malienses no han luchado contra el colonialismo francés para caer de nuevo bajo el yugo de una colonización argelina.

Y viva el Mali Eterno

N’TJI Diarra

L’Aurore, Mali 18 de octubre de 2012.

Traducido para Fundación Sur por Juan Ramos Perís.

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