Creciente discurso anti-islámico en los medios de comunicación de EEUU

12/06/2012 | Crónicas y reportajes

“¡No podemos matar a todos los musulmanes!” dijo un conocido presentador de televisión estadounidense de uno de los telediarios más vistos, en 2009. Según parece, esta sería su primera opción, pero como es inalcanzable, piensa que la segunda opción es ganarse sus corazones y mentes”, pero aquí no acaba todo. Bill O’Reilly, presentador del programa de televisión por cable The O’Reilly Factor en el canal de noticias estadounidense Fox News.

Hoy aunque es cierto que las opiniones de O’Reilly se califican de “radicales” en EEUU y se le critica diariamente, todavía sus comentarios son síntomas de una creciente tendencia de islamofobia o anti-islam en los medios de comunicación y en los círculos políticos estadounidenses. La islamofobia, en pocas palabras, hace referencia a la aversión al Islam i a los musulmanes, atribuyendo a sus adeptos una serie de rasgos negativos e inherentes (irracionalidad, intolerancia, violencia, conspiraciones contra occidente, etc) y también se le asigna al viejo “otro” la etiqueta de este “otro” ser diferente por naturaleza de los “occidentales” lo cual es, por supuesto, inaceptable. Estos comentarios llenos de prejuicios se oyen con frecuencia en los medios estadounidenses y en los discursos políticos, y la actitud general hacia estas consideraciones se acerca mucho a cualquier otro prejuicio formulado contra africanos americanos, judíos u homosexuales. Tal y como indicó un informe de FAIR (Fidelidad y Exactitud en la Información – grupo que controla los medios de comunicación estadounidenses) realizado en el año 2008: existen diferentes tipos de discursos contrarios al Islam en el escenario mediático. Uno de ellos sostiene que el Islam es maléfico y violento por naturaleza, “una clase de religión maldita y cruel”, así lo calificó el evangelista televisivo Pat Robertson (700 Club, el 4/28/06). Robert Spencer, autor de dos best sellers del New York Times sobre el Islam e invitado habitual en los telediarios, con una expresión convencida de sus conocimientos sobre islamofobia, sostiene que (Emory Wheel, 2/21/07) “la ‘yihad’ como guerra contra los no musulmanes para instaurar la ‘sharia’ en todo el mundo es un elemento constante en la teología islámica”. Ejemplos como estos abundan en los EEUU, empezando por el documental Obsesión: La guerra radical del Islam contra Occidente, de David Horowitz (2006) que apareció como remitido en muchos de los principales periódicos del país dirigidos a decenas de millones de suscriptores en los estados donde se celebraban elecciones en septiembre de 2008 (Editor & Publisher, 9/13/08), hasta llegar a Glenn Beck quien advirtió a los “silenciosos” musulmanes norteamericanos en su programa de radio de que “los seres humanos no son lo suficientemente fuertes, desafortunadamente, para contenerse de levantar un alambre de seguridad y colocarle a usted en el otro lado”. El informe continua añadiendo que: “Algunos tipos de discursos opuestos al Islam comparten concepciones comunes con la pseudociencia racista llamada eugenesia. Unos de los más señalados son los escritos de Mark Steyn que tratan sobre el “declive demográfico” debido al aumento de la población musulmana en Europa, así como también la advertencia de Daniel Pipes de que “las sociedades occidentales no están preparadas para recibir la masiva inmigración de personas de piel morena que cocina extraños platos y mantiene diferentes normas de higiene” y que “las costumbres musulmanas son mucho más problemáticas que otras”.

Incluso se intenta mostrar una apariencia erudita de esta intolerancia religiosa con editoriales como Regnery lanzando al público una serie de exitosos libros que son indiscutiblemente islamofobos: el best seller de Mark Steyn del New York Times América Sola: El fin del mundo como lo conocemos (2006) y el dos veces best seller de Robert Spencer titulado Guía políticamente incorrecta del Islam (y de las Cruzadas) (2005), junto a otros libros extranjeros aversos al Islam, entre otros que han prosperado en el mercado editorial estadounidense.

Según FAIR, la islamofobia generada en estos lugares consigue penetrar como corriente dominante y accede a la escena nacional y a la sociedad mediante puntos de salida como Fox News y CNN. Además, obtiene un importante soporte institucional de periódicos como el New York Post, que publica regularmente columnas escritas por Daniel Pipes.

Entonces, ¿qué se esconde detrás de esta oleada de desinformación? Una profunda investigación llevada a cabo por el Centro para el Progreso Estadounidense parece haber averiguado parte de su explicación. En su detallado informe, titulado Fear Inc.: The Roots Of the Islamophobia Network In America (Temor Sociedad Anónima.: Las Raíces de la Red de Islamofobia en EE. UU.), exponen que “un pequeño grupo estrechamente conectado y experto en la manipulación de la información está dirigiendo un gran esfuerzo para llegar a millones de norteamericanos a través de abogados, socios de los medios de comunicación y grupos sociales de base”. Los descubrimientos más relevantes de este estudio son los siguientes:

1) Siete fundaciones recibieron más de 40 millones de dólares en 10 años.

2) Estas fundaciones son: Donors Capital Fund; Richard Mellon Scaife Foundation; Lynde and Harry Bradley Foundation; Newton and Rochelle Becker Foundation y Newton and Rochelle Becker Charitable Trust, entre otras.

3) Cinco expertos generan información y materiales falsos utilizados por líderes políticos, grupos sociales de base y medios de comunicación, los cuales son: Frank Gaffney (Center for Security Policy); David Yerushalmi (Society of Americans for National Existence); Daniel Pipes (Middle East Forum); Robert Spencer (Jihad Watch and Stop Islamization of America); Steven Emerson (Investigative Project on Terrorism).

4) Estos expertos viajan a lo largo del país y colaboran o hacen declaraciones ante el poder legislativo exigiendo la prohibición de la inexistente amenaza de la ley islámica ‘sharia’ en EEUU y proclaman que la mayoría de mezquitas ubicadas en Estados Unidos encubren a terroristas o simpatizantes islamistas.

5) Este movimiento se desplaza a nivel nacional en más de 23 estados gracias a una reciente combinación de grupos proclamados islamofobos, como por ejemplo Act! For America de Brigitte Gabriel; Stop Islamization of America de Pam Geller; Freedom Center de David Horowitz y otros grupos como American Family Association y Eagle Forum.

6) Estos “expertos” aparecen en emisiones en todo el país y en todo el mundo, y se citan repetidas veces por el noruego Anders Breivik declarado terrorista.

7) Políticos estadounidenses como Reps. Peter King (R-NY), Allen West (R-FL), y Michele Bachmann (R-MN) repiten estos ataques anti-musulmanes dando crédito a acontecimientos incorrectos.

Además, el informe constata que esta “red de odio” no aparece por primera vez en EEUU, sino que gracias a su capacidad de organización, coordinación y diseminación, su ideología se ha expandido enormemente durante los últimos 10 años. Más importante aún, su capacidad de influenciar los discursos políticos y las cuestiones polémicas en periodos electorales ha normalizado lo que antes era considerado fanático, extremista y retórico.

Publicado en Daily Trust, Nigeria, 1 de junio de 2012

Traducido para Fundación Sur, por Anna Orri Blanch.

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