Crece la preocupación en Camerún por la afluencia de refugiados procedentes de la vecina República Centroafricana en el departamento de Mayo-Rey, en el norte del país. Miles de refugiados que huyen de la violencia de los grupos armados (Seleka y anti Balaka ) se concentran en las ciudades de Mbaimboum y Touboro, en la frontera entre los dos países. Ni las autoridades locales ni las organizaciones internacionales prestan asistencia a estas personas, que están abandonadas a su suerte, o en el mejor de los casos, pueden contar con la solidaridad de familiares y amigos de Camerún.
De los testimonios recogidos por la Agencia Fides, sabemos que varios refugiados han declarado a la prensa local que van y vienen a través de la frontera en función de la situación en su país de origen. Según los comerciantes locales, entre los centro-africanos que se refugian en Camerún hay bandidos y guerrilleros que esconden armas en territorio de Camerún para realizar asaltos después e Centro-áfrica. En el lado de Camerún, ha habido un aumento de robos y asaltos a coches a lo largo de las carreteras. Ha hecho saltar las alarmas, el caso del asesinato en su casa de Touboro de una madre y su hijo a manos de un grupo de bandidos. Las autoridades de Yaundé crearon el 13 de marzo un Comité Interministerial para registrar a los refugiados.
Agencia Fides
