CPDS se dirige a la Iglesia de Guinea Ecuatorial

14/05/2015 | Opinión

Estas reflexiones van dirigidas a la Iglesia de Guinea Ecuatorial, en su rol pastoral, para que prevalezca la justicia. Desde el mes de marzo de este año todos los guineanos estamos asistiendo al linchamiento mediático de la oposición en general, y de Convergencia para la Democracia Social (CPDS) y su Secretario General muy particularmente. Este linchamiento está siendo orquestado por el Gobierno, utilizando para ello todos los medios de comunicación del Estado. Pocos guineanos pueden pretender no haber tenido conocimiento de estos acontecimientos. Ningún guineano conocedor de nuestra historia contemporánea ignora que muchos compatriotas nuestros, familiares o amigos, perdieron sus preciosas vidas no hace mucho tiempo, por acusaciones y montajes de este tipo. Los regímenes que han gobernado Guinea Ecuatorial desde su independencia han nutrido la idea de que el opositor político es un enemigo a abatir. Y así se comportan.

Ante todos estos acontecimientos, resulta difícil no ver la confirmación de nuestra deplorable realidad: nuestra sociedad padece de una grave y profunda crisis de valores; nos hundimos cada día más en la inmoralidad, la indecencia, la mentira, la desaparición del sentido del respeto, la ceguera ante la injusticia, el menosprecio de la dignidad de las personas, la ignorancia y el desprecio de la norma establecida, el trato degradante a los demás, la corrupción de las mentes, el enriquecimiento ilícito. En nuestra Guinea Ecuatorial de hoy, la calumnia y la hipocresía se han convertido en hábitos ordinarios de vida y en instrumentos de aniquilamiento político del opositor.

Para aniquilar a CPDS, el Gobierno lo acusa de haber intentado comprar un enfermo de Ébola en Guinea Conakry para introducirlo en Guinea Ecuatorial. ¡Delirio total! Por eso el aparato gubernamental está preparando un proceso político contra Andrés Esono Ondo, principal líder de la oposición en Guinea Ecuatorial; por eso, sin haber sido escuchado por ningún juez, le han cerrado las fronteras, confinándolo en Malabo. Por eso el Poder Judicial está recibiendo presiones, como es corriente en Guinea Ecuatorial, para que se olvide definitivamente de su teórica independencia y obedezca ciegamente a la persona que nombra a jueces y magistrados. ¡Que para eso los nombra!

No se necesita ser genio para fácilmente darse cuenta de que la acción que se le imputa a Andrés Esono es totalmente irrealizable: no es posible comprar un enfermo de Ébola para llevarlo a ninguna parte. Se trata, pues, de una mentira. Y, sin embargo, es esta mentira inventada por él mismo que el Gobierno de Guinea Ecuatorial, a través de sus representantes oficiales y los medios informativos nacionales, utiliza para vilipendiar públicamente a las personas que defienden que la mejor contribución que la política puede aportar a la sociedad en su conjunto es darle la credibilidad y la transparencia necesarias para que el diálogo y la confianza sean recursos preferibles a la violencia. Se trata de una agresión falaz pero consciente del Gobierno contra un adversario político con el único objetivo de emprender acciones represivas contra él y el partido que lidera. Estamos asistiendo todos, pues, a la perpetración de una flagrante injusticia. Estamos viviendo un claro acto de persecución política.

En este contexto, sin pedirle de ninguna manera protagonismo político alguno, sí creemos desde CPDS que la Iglesia de Guinea Ecuatorial debe actuar de pastor y no dejar trasparecer la impresión de complacencia con el opresor. Creemos que la Iglesia no debería permanecer impasible, silenciosa, ante estas afrentas y estos graves atropellos que, un día sí y otro también, se desarrollan en su presencia y acaban determinando el funcionamiento aberrante que ahora caracteriza a nuestra sociedad. Porque no creemos equivocarnos mucho cuando sostenemos que la arbitrariedad, la intimidación y la represión, instigadas por nuestros gobernantes actuales, se están convirtiendo en los fundamentos de la convivencia social y política en Guinea Ecuatorial. Y no es aceptable. Todos deberíamos alzar nuestras voces para oponernos a este cáncer que, día a día, corroe nuestras entrañas.

Nos dirigimos por tanto a la Iglesia, más concretamente a su jerarquía en Guinea Ecuatorial, por su eminente influencia social y su alto potencial educador. Porque nos consta que la Doctrina Social de la Iglesia incluye conceptos políticos orientados hacia la construcción del Bien Común, el cual debería constituir el objetivo de la praxis política. Entendida así, la política se convierte en una herramienta y una guía en beneficio de todos, y no como motivo para reprender, aniquilar o matar, ni como pretexto para desencadenar persecuciones o generar guerras fratricidas, como parece que se entiende en Guinea Ecuatorial. Nuestro deseo, en consecuencia, es escuchar la potente voz de la Iglesia guineana proclamar la necesidad de hacer política para construir el bien común, no para erigir ídolos ni para permanecer ad eternum en el poder, y enseñando que oponerse políticamente no debe significar declararse enemigos. Al igual que los ecos que nos llegan desde otros horizontes africanos, queremos animar a nuestra Iglesia de Guinea Ecuatorial a tomar una parte más activa en nuestra vida social emitiendo opiniones, pronunciamientos, cartas pastorales, tomas de posición, homilías, que pongan énfasis, de forma insistente y duradera, sobre la recuperación de los valores morales, la justicia, el cumplimiento de las leyes, el respeto al prójimo, y orientando claramente a la sociedad hacia la construcción del Bien Común.

Malabo, 13 de mayo de 2015

La Comisión Ejecutiva Nacional

Convergencia para la Democracia Social

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