En Costa de Marfil, el ministro delegado de la Defensa, Paul Koffi Koffi, se reunió el lunes día 11 con los responsables militares de las fuerzas armadas, en presencia de representantes de la ONUCI y del contingente francés Licorne, para analizar la situación en el oeste del país. El viernes, día 8 de junio, un ataque una ciudad de la región resultó con la muerte, según cifras oficiales, de siete cascos azules nigerinos, y al menos un militar del ejército marfileño, además de entre 8 y 10 civiles.
Cuatro días después del ataque a la ciudad de Sao por unos cincuenta hombres llegados desde Liberia, según afirman las autoridades marfileñas, la calma ha vuelto a la región de Taï. Unas 1.000 personas han huido de sus hogares a raíz del ataque, según la oficina de Naciones Unidas encargada de asuntos humanitarios. Una minoría de entre ellos ya ha empezado a regresar. Pero otros todavía siguen escondidos en el bosque.
El ministro delegado de la Defensa ha anunciado este lunes, día 11 de junio, que el dispositivo de seguridad ha sido o va a ser reforzado en la región, donde los rumores de ataques circulan desde hace dos meses. ¿Por qué no pudo detenerse la incursión de los asaltantes, antes de que provocara víctimas? “No podemos poner soldados en más de unas 50 ciudades a lo largo de la frontera. Desgraciadamente, no se puede poner soldados en todas partes. Es extremadamente difícil -respondió el ministro- estamos apenados por lo que ha pasado, pero después de la visita del jefe de estado, hemos reforzado toda la zona fronteriza”.
Sakré, otra ciudad de la región, fue atacada el pasado 25 de abril, tres días después de la visita del presidente Alassane Ouattara al oeste del país. Después de casi un año, la región de Taï sufre ataques de hombres “venidos de Liberia”, según el gobierno marfileño. Por primera vez desde hace un año, Liberia ha decidido cerrar su frontera con Costa de Marfil.
(Radiofussion Televisión Ivorienne, Costa de Marfil, 13-06-12)
