Los líderes africanos que han intentado acabar con seis años de colapso político en Costa de Marfil han recibido con alegría la nueva fecha para las elecciones, que serán el 29 de noviembre, como una oportunidad real de salir del estancamiento, para el mayor productor de cacao del mundo.
El anuncio de la fecha, hecho la semana pasada, fue recibido con escepticismo por los analistas que advirtieron que está fecha podría caerse, como todas las otras lo han hecho antes, citando lo que ellos consideran como una falta de voluntad política de los líderes marfileños, que se están beneficiando de la incertidumbre política.
Pero el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaore, había dicho antes de una nueva ronda de mediación que el gobierno del presidente, Laurent Gbagbo, estaba comprometido a celebrar las elecciones, para reunificar el país, cuyo norte ha estado en manos de los rebeldes, desde la guerra civil de 2002 – 2003.
“Esto marca un punto de inflexión decisivo en el proceso y muestra la firme voluntad del gobierno para asegurarse de que las instituciones de la república funcionan apropiadamente”, declaró Compaore.
El presidente burkinés pidió a las diferentes partes marfileñas que se atuviesen al calendario para la preparación a las elecciones, incluyendo la rápida finalización de la identificación de los votantes, un proceso eternamente retrasado, que se mencionó como la razón de la cancelación de la última de las fechas propuestas.
Las votaciones se consideran un precursor necesario para la reforma del sector del cacao, que suministra el 40 % del cacao global, pero que ahora lucha por sobrevivir al envejecimiento de las plantaciones, la falta de interés entre los cultivadores y las acusaciones de administradores corruptos.
Las conversaciones de mediación en la capital de Burkina Faso, Uagadugú, han sido las quintas desde que Compaore firmó el acuerdo de 2007, mediante el cual el líder de los rebeldes del norte, se convirtió en primer ministro.
(News 24, Suráfrica, 19-05-09)