Costa de Marfil ha reforzado la seguridad en su frontera norte, colindante con Malí, ante un flujo “inusual” de refugiados procedentes del sur del país saheliano que huyen de los ataques yihadistas. Según el Consejo Nacional de Seguridad (CNS) del país, muchas de estas personas escapan de zonas donde actúa el grupo JNIM (Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin), vinculado a Al-Qaeda, que ha intensificado sus hostilidades en Malí desde septiembre, sobre todo mediante ataques a camiones cisterna que transportan combustible desde los países colindantes.
Según fuentes locales, el miércoles se llevó a cabo un ataque contra cazadores tradicionales dozos, quienes se oponen a los yihadistas. Esto llevó a la huida de cientos de malienses de la zona de Loulouni, aproximadamente a 50 kilómetros de Costa de Marfil. Para gestionar la situación, las autoridades marfileñas han ordenado registrar a los solicitantes de asilo y aumentar la vigilancia en las fronteras. El gobierno ha solicitado al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas que despliegue medidas de seguridad más estrictas en el norte del país, con el objetivo de prevenir infiltraciones y garantizar la seguridad de los marfileños. Además, ha comunicado que en la actualidad ya se acoge a unos 90000 refugiados de Burkina Faso, por lo que se pretende prevenir una crisis humanitaria, a la vez que se busca una mayor protección frente a una posible amenaza exterior. De cara a las elecciones legislativas del 27 de diciembre, el CNS ha anunciado que 44.000 efectivos de defensa y seguridad permanecerán desplegados.
Fuente: Africa radio
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