COOPERACIÓN NECESARIA PERO CON VALORES

24/10/2011 | Editorial

En nuestro mundo cada día más ínter-relacionado e ínter-dependiente siempre contaremos con gobiernos muy diversos en su origen, naturaleza, objetivos, actitudes e integridad. Me parece menos relevante: el color de sus banderas, si se trata de gobiernos laicos o religiosos, si se presentan como derechistas o izquierdistas. Lo que me preocupa más es su compromiso real por el bien común de los ciudadanos por el encima del beneficio de su partido y de sus dirigentes. En otras palabras, lo relevante no es tanto el partido político concreto que esté en el gobierno, sino los valores fundamentales que sostienen sus decisiones y los criterios básicos que toman como referencia.

Todos los gobiernos prometen cooperación con el resto de partidos y con el resto de gobiernos del mundo. Incluso mencionan algunos valores como: bien común, respeto de los derechos humanos, democracia, estado de derecho, diálogo…y hasta se atreven a hablar de servicio a la sociedad y a los más necesitados. Por desgracia, estos valores que se mencionan en los discursos, antes, durante y después de las elecciones, no llegan a convertirse en criterios de referencia para tomar las decisiones importantes como es la distribución justa de los recursos de la nación.

La cooperación de todos para crear puestos de trabajo y promover el desarrollo integral de todos los ciudadanos para una vida con dignidad, no se basa en los eslóganes de la campaña, ni en el color del partido, se basa en ciudadanos y gobiernos inspirados y motivados por los valores humanos permanentes. Lo que potencia una sociedad más justa, solidaria y humana, no es tanto el programa estratégico de cada gobierno sino más bien el espíritu y valores que animan a nuestros lideres de turno

Los acuerdos de cooperación con otros países más empobrecidos siguen la misma suerte. En estos momentos la UE quiere imponer en África el EPA (acuerdos de cooperación entre Europa y África) en términos claramente favorables a la UE. Semejantes programas de cooperación al desarrollo se parecen a los países del Este que llegan a África como “inversores amigos de África” y a las decisiones de EEUU en implantar valores democráticos en las regiones petroleras de Africa Ecuatorial.

La cooperación a todos los niveles es la única forma de progreso humano, pero solo la cooperación con valores.

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