Los asesinatos de congoleños se multiplican en el este de la República Democrática del Congo, mientras que en Kinshasa la crisis post electoral es el tema del día. El último asesinato hasta la fecha es el del joven comerciante, Moïse Mutsuva, de 28 años, comerciante vendedor de motos Senke y Yamaha, en la ciudad de Oicha. La edad de la víctima confirma la hipótesis según la cual la juventud dinámica y emprendedora del este de la RDC es la más afectada por los asesinatos, sin otro motivo que matar a los líderes, las élites y los valientes.
Este crimen tuvo lugar el martes 10 de enero de 2012. El joven comerciante Mutsuva volvía de cerrar su tienda y se dirigía hacia su casa, recién construida en el barrio de Pakanza, de la ciudad de Oïcha. A unos metros de su tienda, un militar, que según los testigos esperaba por allí cerca, comenzó a seguirle antes de decirle que se detuviera, que había llegado su hora. Antes de que Mutsuva pudiera volverse para ver quién le había dicho que se detuviera, el atacante lo acribilló a balazos. Mutsuva resultó muerto en el lugar y su entierro tuvo lugar el día 11 de enero, en el cementerio de Musandava. Los amigos del joven han declarado que Mutsuva acababa de terminar de contruir su casa nueva porque tenía previsto casarse y formar una familia.
La noticia de su asesinato ha provocado la cólera de sus clientes y amigos, que han demandado justicia. La sociedad civil del lugar planea celebrar una manifestación a finales de esta semana, para exigir a la policía y al ejército que cumplan con su verdadera misión en Oïcha.
(Beni Lubero, RDC, 12-01-12)