La policía de Mauritania lanzó gas lacrimógeno el día 28 de noviembre para dispersar a cientos de ciudadanos negros que protestaban contra el censo de la población, que ellos consideran racista, con el resultado de varios heridos, según ha informado un portavoz del grupo de protesta.
Los manifestantes fueron advertidos para que no hicieran la marcha hacia la presidencia, para protestar por el recuento de la población, en el que aseguran que sólo se exige a los negros que presenten documentos para demostrar su nacionalidad, en el desértico país del África occidental.
Entre los documentos exigidos a los negros solamente, algunos de ellos son muy difíciles de conseguir, como por ejemplo un certificado de defunción de los bisabuelos.
Bajo el lema “No toquen mi nacionalidad”, el grupo lleva meses protestando, porque aseguran que los mauritanos negros, principalmente del sur del país, serán tratados como ciudadanos de segunda, o incluso expulsados.
“Una persona está gravemente herida en el hospital, otra está en manos de la policía y otros están dispersos por la ciudad” de Nuakchot, después de las protestas del día 28 de noviembre.
La represión policial de una manifestación el pasado mes de septiembre, se cobró la vida de un joven en Magama, en el sur, y días después 56 manifestantes fueron arrestados en Nuakchot.
El grupo demanda que se cancele el censo, por considerarlo “racista” y “discriminatorio”. Pero el gobierno del país principalmente de lengua árabe ha dicho que no tiene intención de detener el proceso de recuento, que según él, ayudará a establecer un “registro civil moderno y fiable”.
Los partidos políticos y grupos de derechos humanos se reunieron en Inal, en el norte del país, el día 28 de noviembre, para conmemorar la muerte de 28 soldados mauritanos negros, que según ellos fueron ejecutados en 1990, como parte de las celebraciones del día de la independencia.
(News 24, 29-11-11)