Cada vez se vuelven más recurrentes los enfrentamientos entre los distintos grupos armados en la ciudad de Djugu, en la provincia de Ituri, al noreste de la República Democrática del Congo (RDC), en una localidad donde el gobierno lucha por restablecer la paz desde hace más de seis años. El 8 de enero, las milicias de Codeco y Zaïre se enfrentaron en varias aldeas alrededor del campo de refugiados internos de Drodro.
Estas luchas dejaron al menos 16 muertos y muchos desplazados. Con el pretexto de vengar la muerte de dos súbditos lendu asesinados por los milicianos de Zaïre, los hombre de Codeco atacaron primero a la población en un mercado local, saqueando también propiedades y quemando casas en D’zudha, Drodo y Jisa. El ejército intervino para limitar los daños del ataque violento, consiguiéndolo frustrar en Largu, Blukwa-Mbi.
Este ataque ha sido el más mortífero en la región de Drodro desde finales de 2021, cuando Codeco mató a 70 personas y más de 2.000 albergues para desplazados quedaron destruidos.
Desde entonces, la situación no ha mejorado. Nacen grupos armados y se acentúa la violencia. Es el caso del grupo Zaïre, que pretende defender a la comunidad hema de los ataques de Codeco. A pesar de la iniciativa de paz lanzada en Nairobi, las líneas de enfrentamiento no se han movido sobre el terreno. La actual situación de en Djugu y Kivu Norte hacen que el Programa de Desarme, Desmovilización, Recuperación Comunitaria (P-DDRCS) esté aún muy lejos de ser una realidad.
Freddy Upar
Fuente: Actualité.cd
[Traducción y edición, Elena Cañete Montilla]
[CIDAF-UCM]
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