CONSENSO ENTRE LÍDERES RELIGIOSOS SOBRE LA NECESIDAD DE UNA EDUCACIÓN A LA CIUDADANÍA.

24/03/2015 | Editorial

Aunque los ejércitos del Chad y Nigeria, Camerún y Níger sigan ganando posiciones sobre Boko Haram, es evidente que la violencia de grupos yihadistas y radicales no se supera realmente con más violencia.

Tanto en Libia, como en Irak o Siria, las ciudades pueden cambiar de “jefes” de un día para otro, pero siempre bajo la esclavitud de la violencia más cruel.

Sería ingenuo esperar que los grupos yihadistas acepten el dialogo como medio para superar la violencia.

Pero lo que si podemos esperar es que la mayoría de los líderes internacionales y la inmensa mayoría de la sociedad global, en África y en los otros Continentes, se comprometa a superar la violencia por medio del dialogo y la cooperación.

El principal campo de cooperación ha de comenzar por aceptar la necesidad de una educación global de la ciudadanía en los principios fundamentales basados en la Dignidad y los Derechos Humanos.

Estamos hablando del fundamento básico y más universal que todos los pueblos y religiones pueden aceptar. A este fundamento humano y global, cada tribu y religión puede añadir las exigencias de su tradición y de su Fe.

Recuerdo como en Uganda, en asuntos de justicia social y desarrollo integral, siempre trabajábamos juntos: los diferentes grupos étnicos y políticos así como las diferentes religiones: anglicanos, católicos, musulmanes, etc.

Podemos observar como este consenso global, sobre todo entre diferentes grupos religiosos, sigue creciendo. Los líderes musulmanes y cristianos se dan la mano con mayor frecuencia como compromiso de colaboración por una mayor armonía social.

No se trataría de cursos de religión o de filosofía, sino de una educación para una ciudadanía responsable, basada en los principios de los Derechos Humanos.

Líderes musulmanes como Mohamed Azaitraoui y cristianos como Tommy Scholtes de la conferencia episcopal belga, afirman la necesidad de una educación a la ciudadanía, sin que ello suponga la supresión de clases de religión para los que las deseen.

Tanto el rabino de Bruselas: Albert Guingui como la directora del Centro de educación a la ciudadanía: Ina Van Looy, afirman que no solamente la escuela sino toda la sociedad deben ser los responsables de esta educación a la responsabilidad social.

Benoit Van der Meerschen, secretario general del Centro de Acción laica en Bélgica, afirma que: vivir juntos exige medidas y compromisos concretos, sobre todo en el campo de una educación común y trasversal para una ciudadanía responsable.
Puede no ser suficiente, pero significaría un gran avance en la buena dirección.

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