El pasado 20 de marzo se celebraba el Día de la Independencia de Túnez, la Primavera de los Poetas y el Día Internacional de la Francofonía. Ese día tuvo lugar un evento organizado por el Centro de Estudios Franceses y Francófonos de la Universidad de Duke, que homenajeó a las dos poetas tunecinas Imèn Moussa y Samar Miled.

Este encuentro versó sobre la poesía, los movimientos políticos, la migración, las fronteras, el feminismo y el exilio tunecino. Se presentaron las obras “Túnez dulce y salado”, primera colección de Samar Miled y “Era necesario tener una raíz en otra parte” de Imèn Moussa. Dos libros que pretenden actuar a través de la palabra.

Licenciada en Lengua y Literatura Francesa, Samar Miled es actualmente estudiante de doctorado en la Universidad de Duke, en los Estados Unidos, especializada en estudios poscoloniales y decoloniales. Sus poemas versan sobre su origen, Túnez, su identidad y su gastronomía. El primer poema de esta colección se llama «Testour«:

Testour, los bollos redondos calientes que salen del vientre de la tierra, humea, hornea, crujiente, da ganas de morder sin restricciones. Peligroso es el queso blanco, muy fresco, muy ligero; delicioso, no demasiado salado, lo suficiente para abrir el apetito. Y el chile al lado, rojo sangre, rojo furioso, rojo tunecino; pica, vuelve a la cabeza como nuestras canciones, te da una lágrima a veces como una pena. Pero justo después de que llega nuestra risa, estallan y rompen el silencio verde hierba; reír hasta las lágrimas, reír a menudo los recuerdos, la risa tunecina.

«Túnez dulce y salada» reúne los testimonios de personas de Túnez, especialmente de personas en su viaje a la otra parte del Mediterráneo. “Es mi forma de contribuir a la revolución del país”.

Imèn Moussa dedica su investigación a la situación de la mujer en el Magreb actual. Pero también habla sobre una forma de vida diferente, en su libro «Era necesario tener una raíz en otra parte«, los caminos que conducen al Yo, parten de las raíces del Otro. “Mis escritos nacen de la experiencia de mis distintos viajes”. Para Moussa viajar es una necesidad, una forma de implantar sus palabras en todo el mundo.

“Soy heredera de una cultura del arraigo, pero también del nomadismo. Nací en una familia a la que no le gusta mucho viajar, yo, por otro lado, quería ir a ver qué está pasando en este otro lado. Me mudé a Francia, pero eso no fue suficiente para mí. En el camino descubrí que hay que escribir en otro lugar, dejarte descubrir y conocer gente para conocerte a ti mismo«.

Fuente: La Presse-Imagen: La Presse

[Traducción y Edición, Isabel Garrido Celada]

[Fundación Sur]

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