Nos preguntamos sobre el paradero de los cerca de 12.000 refugiados congoleños que deseaban regresar a mediados del pasado mes de noviembre de 2009 a la región de Kivu Norte de la RDC. Estas personas, asentadas en Ruanda desde hace más de quince años, decidieron regresar a casa voluntariamente, después de las operaciones de Umoja wetu y Kimia 2.
Unos días antes, el ex Vicepresidente Azarias Ruberwa, hizo un llamamiento para el retorno de todos los refugiados congoleños antes de las próximas elecciones en 2011. Con toda probabilidad, estos refugiados tenían planeado establecerse en Masisi y Rutshuru, en el Kivu norte de la RDC, la misma zona en la que casi dos millones de personas han abandonado sus hogares y medios de vida, huyendo del escenario de enfrentamientos entre la rebelión del CNDP, los grupos armados y las FARDC.
Sorprendentemente, según la comisión nacional para los refugiados en el norte de Kivu, los candidatos a la repatriación no tienen documentos que acrediten su condición de refugiados en Ruanda. Al mismo tiempo, la población de los campamentos de refugiados de Byumba y Kibuye, en Ruanda, ¡no se ha movido! Hasta la fecha, estas personas se han asentado en las aldeas Kirolirwe, Kitshanga, Mushaki, Bihambwe y en la granja de Kisuma y alrededores.
El ciclo infernal
En la misma situación, los desplazados por los que ya está ocupada la tierra, ya no saben a quién recurrir. Tras su hipotético regreso, ya no tendrán dónde instalarse con sus familias. La tensión seguirá siendo persistente en esta región, mientras los nuevos ocupantes no se vayan y los antiguos vuelvan a ocupar esa misma tierra. El gobierno se ha implicado en la identificación de estas personas que decidieron regresar al país, para hacer una distinción entre los congoleños y los extranjeros que tratan de vivir en la República Democrática del Congo mediante ardides. Hasta entonces, una calma engañosa prevalece en esta parte de la República. Sin embargo, la situación así creada va a estallar tarde o temprano, si no se hace nada en este sentido, como la elaboración y dirección de operaciones por pate de las diferentes instancias gubernamentales.
En estas circunstancias, es necesario que el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, ayude, para poder garantizar un tratamiento objetivo del caso. Los unos y los otros también deben cumplir con la legislación vigente en materia de inmigración.
Sin embargo, nadie debería aceptar que los intereses del pueblo congoleño se sacrifican en beneficio de cualquier estrategia. Los congoleños, que desean regresar a su casa después de un exilio forzado, no tienen más derecho que los que han huido de los combates que han enlutado el este del país y viceversa.
Las decisiones necesarias son responsabilidad del gobierno y sus socios internacionales, así como de los directamente afectados. Mientras tanto, la pregunta sigue siendo: ¿dónde están los congoleños refugiados que candidatos a regresar a Masisi y Rutshuru?
BIENVENU MARIE BAKUMANYA
(Le Potentiel, República Democrática del Congo, 08-01-10)
Traducido por Rosa Moro, de Fundación Sur.
