Congo-Brazzaville: la radio comunitaria que lleva dos meses cerrada preocupa a las comunidades de la selva congoleña

13/02/2014 | Crónicas y reportajes

Antoine Moleki es un tejedor de unos cincuenta años. Como mucha gente del campo, escucha la radio mientras trabaja. Su radio cuelga de la rama de un gran árbol de mango. El árbol provee sombra que sirve al señor Moleki como un taller donde escucha sus programas favoritos sobre temas de educación y cultura.

Sus vecinos frecuentemente se reúnen con él cuando vuelven de sus campos. Pero por los últimos dos meses, el señor Moleki ha sido incapaz de coger la señal de su estación local de radio, Biso na Biso. Su pueblo de Ngadzikolo se extiende sobre el río Sangha, en la profundidad de la selva del Congo, a bastantes kilómetros de Pokola, donde emite la estación de radio.

El señor Moleki dice: “Es gracias a esta radio que nuestra pequeña comunidad está informada sobre visitas de las autoridades administrativas, el censo, campañas de vacunación, la apertura y el cierre de la temporada de caza, y las enfermedades que atacan a nuestras cosechas y animales. Incluso recibimos mensajes enviados por parientes en otras comunidades. “Queriendo descansar su mente , el señor Moleki escribió al director de Biso na Biso, preguntándole si el silencio de la estación de radio era temporal o permanente.

Lydia Koungou es la directora de Biso na Biso, un nombre que significa “entre nosotros” en lengua lingala. La señora Koungou ha recibido bastantes preguntas como la del señor Moleki y están intentando aumentar el conocimiento público sobre la situación. Ella explica que las emisiones han parado desde que el más grande de los dos transmisores de la estación pararon su funcionamiento después que la torre de la radio fuera alcanzada por un rayo en varias ocasiones

La señora Koungou dice: “Los transmisores están con un técnico local que piensa que uno de ellos no pude ser reparado. “La estación necesita un nuevo transmisor pero no tenemos los medios para adquirirlo”.

La señora Koungou sabe que cuando una estación de radio se gana el respeto y la confianza de sus oyentes, esto llega a ser una parte esencial de la comunidad. Eso es por lo que ella ha redoblado sus esfuerzos por revivir la estación. Y explica: “La radio no tiene más dinero… hemos preguntado a una empresa maderera para que ayude… También hemos escrito a algunas otras organizaciones… para ver si ellas pudieran ayudarnos a salvar la estación de radio”.

Los oyentes se sienten aislados de un servicio que ha acompañado a diario sus vidas desde 2009. Echan de menos programas como La voz del granjero, un programa popular con emisiones de información agro-pastoral, y Fovedi ya Baaka un programa educacional y de conocimiento presentado por líderes indígenas locales.

Moussa Habis es el jefe del pueblo indígena de Mokouandzo, y está abatido por la situación. Dice: “El silencio de la estación de radio nos hace sentirnos preocupados”. El señor Habis explica que la estación permite a los aldeanos airear agravios de la comunidad a las autoridades. Dice: Por ejemplo, a través de la emisora Biso na Biso, la comunidad fue capaz de denunciar la falta de leyes en la adquisición de terrenos para la gente de grandes poblaciones como Ouesso.

El silencio de la radio Biso na Bisotambién preocupa a Simplice Lombota, una profesora en Pokola. Ella dice: “Esta radio es parte de nuestra vida en el bosque… ahora que la señal está caída tememos que la estación podría haber emitido su programa final. Este medio es muy importante para alentar a la gente indígena a dejar que sus hijos vayan a la escuela.

Pero la señora Koungou no se da por vencida. Está decidida a apelar a cualquier persona u organización que la pueda ayudar a que Biso na Biso continúe sirviendo a la población rural en el norte del Congo.

Nota de los editores: Si está interesado en ayudar a Radio Biso na Biso volver al aire, por favor póngase en contacto con farm radio weekly por radio, a través de farmradioweekly@farmradio.org, y le pondremos en contacto con la estación

http://weekly.farmradio.org/

Privat Tiburce-Massanga

Traducido por Miguel Obregón

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