Sierra Leona anunció ayer jueves un encierro de tres días, de unos 2,5 millones de habitantes de la región de la capital, Freetown, y de los países del norte para contener el brote de Ébola.
Esta operación, en la región occidental, incluyendo Freetown y las provincias de Bombali y Port Loko en el norte, tiene como objetivo controlar un recrudecimiento de casos que puedan comprometer el reflujo de la epidemia en el país, de acuerdo con las autoridades.
«Este confinamiento durará del 27 al 29 de marzo, será similar al de septiembre», que se impuso en todo el país, declaró a la prensa el responsable del Centro Nacional de lucha contra el Ébola (NERC), Palo Conteh. «El gobierno espera que los casos que aún no han sido reportados o registrados sean descubiertos», aclaró.
Al igual que en el confinamiento, de seis millones de habitantes, del 17 al 19 de septiembre y en operaciones similares más localizadas posteriormente, las autoridades tienen la intención de llevar a cabo una masiva campaña de puerta a puerta. Equipos preparados para tal fin entrevistarán a los residentes acerca de la presencia de enfermos y les recordarán los riesgos de las prácticas funerarias rituales que implican el contacto con el cuerpo, particularmente contagioso, en los casos de muerte por Ébola.
Pablo Conteh indicó que «la gente se ha descuidado y todavía toca los cuerpos, los lava y llevan a los enfermos a los curanderos tradicionales» en lugar de a los centros especializados contra el Ébola.
Sierra Leona, que tiene el mayor número de casos identificados, alrededor de 12.000, casi la mitad de los 25.000 registrados, está decidida a lograr el objetivo, junto con los otros dos países principalmente afectados, Guinea y Liberia, de librarse del virus a mediados de abril. Sierra Leona ha registrado cerca de 3.700 muertes de las 10.200 en el África occidental, una cifra infravalorada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero la directora de la OMS, Margaret Chan, aplaudió, el miércoles, en una conferencia internacional en Abu Dhabi, la falta de nuevos casos identificados desde febrero en Liberia y el «gran progreso» realizado por Sierra Leona donde las nuevas infecciones han llegado a su nivel más bajo en los últimos ocho meses.
La situación es más preocupante en Guinea, donde los nuevos casos están empezando a aumentar, sin tener en cuenta a los que se contagian por el contacto con pacientes ya identificados, lo que indica la existencia de cadenas, hasta ahora desconocidas, de transmisión, lo que preocupa gravemente a la OMS.
Esta epidemia, la peor desde la identificación del virus en África central en 1976, partió en diciembre 2013 del sur de Guinea antes de extenderse a Liberia y a la vecina Sierra Leona.
afriqueexpansion.com – (Fundación Sur)