“Una vuelta a la barbarie” es la expresión que utilizan los obispos de Nigeria para condenar la reanudación de las ejecuciones en el país más poblado de África, a pesar de los progresos logrados en los últimos años por la campaña abolicionista a nivel mundial.
En una nota firmada por monseñor Ignatius Kaigama, presidente de a Conferencia Episcopal de Nigeria, los obispos manifiestan “tristeza” por la reciente ejecución de cuatro condenados a muerte en el estado meridional de Edo. Una tristeza tanto mayor porque, señala el comunicado, desde hacía siete años Nigeria respetaba una moratoria que parecía preparar una futura abolición de la pena capital.
“A pesar de que somos conscientes de los esfuerzos realizados por el gobierno para contrarrestar el reciente aumento de los hechos de criminalidad –señalan los obispos– creemos que es necesaria una mayor concentración en las condiciones ambientales y sociales que predisponen a las personas a cometer delitos”
MISNA 01 Julio 2013