¿Cómo se celebra la Navidad en Tanzania?, por Gabriela Pis San Juan

11/12/2014 | Bitácora africana

El verano es eterno en Tanzania, situada en el hemisferio sur justo encima del trópico de Capricornio, y diciembre y enero son los meses más calurosos. Tuve casi 20 días libres en el trabajo desde mediados de diciembre, así que aproveché para viajar por el norte del país: desde Moshi y Arusha, a los pies del Kilimanjaro, fui hasta la ciudad de Mwanza, en la orilla sur del Lago Victoria; más tarde viajé a Zanzíbar antes de regresar a Dar es Salaam. Navidades calurosas sin turrón ni campanadas, pero presentes en todos y cada uno de esos lugares.

Tanzania es un país en el que musulmanes y cristianos conviven en un porcentaje aproximado de 35-40% y 45-50% respectivamente (junto a las creencias tradicionales), concentrándose la mayoría musulmana en las costas y en la isla de Zanzíbar. El Estado es laico y está establecido que en cada legislatura, que dura 5 años, se alternen un presidente cristiano y otro musulmán, gobernando actualmente el musulmán Jakaya Mrisho Kikwete. Al igual que las celebraciones musulmanas, la Navidad cristiana es celebrada durante los últimos días de diciembre en la calle con eventos que, en principio, no aluden a las connotaciones religiosas de la Natividad.

En los empleos de la economía oficial, a grosso modo aquellos de la administración pública y las empresas privadas, muchos trabajadores y trabajadoras tienen días festivos durante el mes de diciembre. Nosotras mismas, en una fundación privada con una mayoría de trabajadores musulmanes, tuvimos vacaciones. A medida que aumenta el calor, la decoración con espumillones y otros adornos navideños va apareciendo en numerosos establecimientos, también en mototaxis y en bajajis, y en los grandes “malls” o centros comerciales occidentales incluso encontramos a Papá Noel vestido con ridículos trajes para el frío polar.

Las celebraciones populares y públicas (no tuve la oportunidad de asistir a ninguna privada) de estos días consisten básicamente en vestirse para la ocasión y acudir a las playas o a determinadas calles y lugares emblemáticos, donde se compran bebidas, dulces y otros aperitivos y se pasa la tarde, ese momento del día en que el calor deja respirar un poco, de un lado para otro: paseando, comiendo y bebiendo, haciendo fotos, disfrutando.

En Moshi y Arusha, a los pies de la montaña más alta de África, no hay playa y me sorprendió ver a muchísimos niños y niñas en las calles cercanas a nuestro hostel vestidos de celebración con trajes hechos con tela de raso de colores llamativos y elegantes zapatos, comprando zumos, dulces, bolsas de patatas, y otras chucherías. Eran los días en los que celebrábamos Nochebuena y Navidad.

as fotos fueron el denominador común de todas las celebraciones a las que asistí. La Navidad es el momento en el que todo el mundo puede tener un retrato solo, con amigos o con la familia. Ya sea la playa, una calle o un monumento destacado, entre las masas de gente que celebran en los alrededores siempre hay fotógrafos con grandes cámaras digitales que hacen fotos por un módico precio (entre 50 céntimos y 2 euros, dependiendo del momento y el lugar, tu condición de mzungu o autóctono…). En los mejores casos, el fotógrafo llevaba también una pequeña impresora con papel de foto para entregar los retratos en el momento. Desconozco cómo es el proceso cuando los fotógrafos no disponen de impresora y deben, supongo, mandárselas imprimir a un tercero.

En Mwanza, donde estuvimos entre los días de Navidad y Nochevieja, en las vísperas del final del año se veían familias enteras vestidas de festejo haciéndose fotos a los pies de una fuente con una estatua dedicada a la tilapia o perca del Nilo*, que se pesca en todo el Lago Victoria. Niños y mayores hacían cola en los alrededores de la fuente esperando su turno para subirse al borde y ser fotografiados en aquella calurosa tarde de diciembre.

Después de pasar la Nochevieja en un Zanzíbar más que nunca inundado por turistas y, por lo tanto, no muy representativo de las costumbres locales, regresamos a Dar es Salaam el día de Año Nuevo. De camino a casa, situada a pocos metros de la playa, nos sorprendieron enormes grupos de gente andando, en motos, en bajajis y coches, entre los que destacaban los vendedores ambulantes, todos engalanados de nuevo como para asistir a una boda, con zapatos de charol y tacón, que se dirigían a la playa de Mbezi a celebrar la entrada del año.

En medio de todas estas celebraciones recordé, como siempre, aquello de “allá donde fueres haz lo que vieres”, y no desaproveché la oportunidad de tener mi foto.

¡Feliz Navidad!

Original en : Una mzungu en Tanzania

http://armasypalabras.wix.com/periodismo

Autor

  • Pis San Juan , Gabriela

    Gabriela Pis San Juan , periodista especializada en información internacional y temas de África subsahariana, migrante y amante de la lectura. Actualmente escribe en blogs personales y otras publicaciones, y colabora en el área de comunicación de SOS Racismo Madrid.

    Puedes conocer su trabajo más de cerca en la web

    armasypalabras.wix.com/periodismo

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