La carrera electoral más competitiva de Suráfrica, desde 1994, ha comenzado y la lucha girará en torno a un hombre: el presidente del Congreso Nacional Africano, ANC, Jacob Zuma.
Cuando la idea de un nuevo partido, ahora llamado Congreso Democrático Suráfricano, SADC por sus siglas en inglés, South African Democratic Congress, surgió hace unas semanas, Zuma afirmó que ni siquiera hablaría de ellos, no sea que se fueran a sentir importantes. Pero el líder del partido en el gobierno se ha pasado toda la semana anterior sin hacer otra cosa que hablando de ellos. Ahora, está haciendo todo lo que puede para desacreditar a los líderes del partido de secesión.
Durante su propio mitin en Jabulani, Soweto, el pasado día 2 de noviembre, Zuma llamó a los disidentes “serpientes venenosas”, “bígamos” e “hipócritas políticos”. Presentó una imagen de un grupo de gente que no tiene principios, políticas ni visión, y que sólo están haciendo esto porque perdieron el poder en la conferencia nacional de ANC, de diciembre, en Polokwane.
El domingo, día 2 de noviembre, el ANC celebró un multitudinario mitin en Soweto, claramente para contrarrestar la primera convención nacional del partido SADC, en Sandton, Johannesburgo.
El co-líder del SADC, Mosiuoa Lekota, declaró que no querían que esta ocasión supusiera un golpe al ANC, pero rápidamente se convirtió en uno.
La mayoría de los oradores, directa o indirectamente, hablaron de cómo el ANC se está echando a perder bajo el liderazgo de Zuma. Sus quejas por lo general desprecian la pérdida de autoridad moral, la falta de compromiso con el estado de derecho y la falta general de respeto que muestra la sociedad desde que Zuma llegó al poder.
Los delegados del SADC aseguran que esto ha permitido a los radicales, como al presidente de la Liga de juventudes del ANC, Julius Malema, tener un ataque de locura, amenazando con violencia y prometiendo que aplastaría a cualquiera que no quiera a Zuma como presidente.
“¿Todavía están dispuestos a ver sus nombres asociados a aquellos que provocan la desesperación?, preguntó Lekota en la conferencia, “Nooo”, rugió la multitud.
El vicerector de la Universidad de Suráfrica, Barney Pityana, aseguró que el país estaba desesperado por encontrar unos líderes de calidad. Habló de la necesidad de proteger a las mujeres que eran violadas por los líderes políticos, aunque después negó que se estuviera refiriendo a Zuma, que fue absuelto de acusaciones de violación, en 2006. Algunos delegados provinciales aseguraron que el ANC se está autodestruyendo, por su tolerancia con el fraude y la corrupción. “Necesitamos ser claros sobre qué es lo que nos divide. Es la corrupción”, aseguró Phillip Mhlongo, jefe de una delegación de KwalaZulu-Natal.
El nacimiento de un nuevo partido
El partido SADC se constituirá formalmente en Bloemfontein, el 16 de diciembre próximo. El antiguo presidente de Gauteng, Mbazima Shilowa, dijo a los delegados de la convención en la ceremonia de clausura, que no podría haber un nombre no oficial hasta entonces.
Shilowa afirmó que muchos de los disidentes del ANC seguirían reverenciando al antiguo presidente de Suráfrica, Thabo Mbeki, incluso cuando se ha convertido en miembro de lo que ahora es su oposición política. “Thabo Mbeki, como anterior líder del ANC, no es un enemigo. Algunos, sino muchos, de nosotros reverenciamos a Thabo Mbeki”, aseguró.
Nelson Mandela, otro anterior presidente del ANC, no era un miembro del nuevo movimiento tampoco, y los disidentes no le consideran un enemigo.
En una carta dirigida a Zuma el mes pasado, Mbeki dice que los líderes del movimiento “no me han comprometido en ninguna de las acciones que están llevando a cabo, para asegurarse mi aprobación o cualquier otra cosa”.
Pero también pidió que nadie utilizara su nombre para promover causas partisanas “incluyendo el modo en el que se lleve a cabo la campaña del ANC para 2009”.
Shilowa dijo que la gente ha asumido que Mbeki es un miembro del partido SADC “clandestino”. El expresidente, añadió, podría ser una miembro clandestino y todavía mantener que no quiere que nadie utilice su nombre en la campaña electoral.
(Mail & Guardian, Suráfrica, 03-11-08)