El lunes 6 de octubre, ha comenzado el juicio en Francia contra cuarenta y dos personas, entre las que se encuentra el hijo del ex presidente de Frnacia, François Mitterrand, y docenas de empresarios, políticos y personajes públicos, por el famoso y gran escándalo de “Armas para Angola”, más conocido como “Angolagate” por la prensa francesa.
Este asunto ha ensombrecido la imagen de muchos de los altos cargos de Gobierno socialista de François Mitterrand, que duró desde 1981 hasta 1995. El caso Angolagate gira en torno al tráfico de armas por valor de 790 millones de dólares al país del África del Sur, entre 1993 y 1998, donde tenía lugar una sangrienta guerra civil que dejó medio millón de muertos.
Dos empresarios, el francés Pierre Falcone, de 54 años de edad, y el multimillonario ruso israelí, Arcady Gaydamak, de 56 años, son los principales implicados en el caso, acusados de actuar como intermediarios en el tráfico ilegal de armas desde el este de Europa. Ambos se enfrentan a penas que podrían alcanzar hasta los 10 años de cárcel por tráfico de influencias y venta ilegal de armas.
Jean Christophe Mitterrand, de 61 años, que era consejero de Asuntos Africanos, en el palacio presidencial de los Elíseos, desde 1986 hasta 1992, está acusado de “complicidad en comercio ilegal y malversación” y de haber aceptado sobornos por valor de 2.6 millones de dólares. Los cargos contra Mitterrand, que podría enfrentarse a 5 años de cárcel, Afirman que él tuvo un papel determinante a la hora de poner en contacto el régimen de Angola con Falcone.
El ex ministro de Interior francés, Charles Pasqua, de 81 años, y su hombre de confianza, Jean Charles Marchiani, de 65 años, también se enfrentan a 10 años de cárcel por tráfico de influencias a favor de las autoridades angoleñas. Pasqua ocupó dos veces el cargo de ministro de Interior, desde 1986 hasta 1988 y desde 1993 hasta 1995, y es mayormente conocido por haber impulsado la adopción de una serie de leyes anti inmigración.
Entre los acusados famosos también se encuentra el famoso escritor de novelas de terror, Paul Loup Sulitzer, y el que fuera consejero de Mitterrand, Jacques Attali, que podrían ser condenados a cinco años de prisión por haber vendido el acceso de Angola a sus políticos y medios de comunicación.
El fiscal cree que el presidente de Angola, Jose Eduardo Dos Santos, acudió a Falcone, el dueño de la compañía internacional Brenco, y su asociado Gaydamak, en 1992, después de que Francia se negase a venderle un cargamento de tanques para reforzar sus fuerzas en la guerra contra los rebeldes de Unita. Durante la década siguiente, se vendió ilegalmente al país inmerso en una guerra sangrienta 420 tanques, 150.000 bombas, 170.000 minas antipersona, 12 helicópteros y seis buques de guerra.
El pago de Angola se canalizó vía firmas de París, Ginebra, Tel Aviv, a compañías de armamento de Jersey, las Islas Virginia y Marruecos, con maletines de dinero en metálico para pagar a los intermediarios, según sospecha la fiscalía.
Aunque no hay angoleños acusados, en este caso recién abierto en Francia, los fiscales aseguran que 30 oficiales angoleños, incluido Dos Santos, también recibieron decenas de millones de dólares en sobornos.
(Mail & Guardian, Suráfrica, 06-10-08)
