El doctor Yakubu Iman Aliagan de la Universidad de Ilorin, en su programa del pasado 14 de octubre de 2011, en la cadena de radio Harmony FM, del estado de Kwara [noreste de Nigeria], apoyó la observación hecha por el presidente de Nigeria Jonathan Goodluck, sobre que el gobierno pronto podría dejar de financiar las peregrinaciones. Junto a su colega, Alhaji Olohunoyin, Aliagan se preguntó por qué el gobierno tiene que gastar dinero, que debería destinarse a bienes comunes como agua potable, carreteras, electricidad, instalaciones sanitarias asequibles e instituciones de educación, para enviar gente a peregrinaciones.
Olohunoyin (que en yoruba significa el hombre con voz de miel) añadió un poco de miel cuando dijo que la gente debería quejarse de la falta de infraestructuras y de lo costosa que es la educación universitaria, los gobernantes pueden responder que “¿usted disfruta de peregrinación financiada o no?”. Aliagan alabó al difunto presidente Umaru Yar Adua, que, cuando era gobernador del estado de Katsina [al norte de Nigeria], pidió a los líderes musulmanes que le mostrasen dónde dice el Corán que los gobiernos deben financiar con fondos públicos a los musulmanes que hacen la peregrinación, y sólo subvencionó o pagó algunas instalaciones que beneficiaban a todos los peregrinos de su estado, como patrocinar las guías, que eran una para cada 50 peregrinos.
¿Tienen los cristianos obligaciones de peregrinación? Según Aliagan, los cristianos nigerianos formalizaron sus peregrinaciones para aprovecharse de los fondos públicos, como hacen los musulmanes. Estoy de acuerdo, por lo que yo sé, en Europa y América, los cristianos visitan Jerusalén, Nazaret, Roma, y otros lugares sagrados cuando les viene bien, y cuando pueden permitírselo. No esperan obligatoriamente a Navidad o Pascua. En realidad, abril y diciembre, por Pascua y Navidad, respectivamente, no son las mejores épocas para viajar, para los occidentales, sino que es julio y agosto, durante el verano. Ellos van individualmente o en grupos organizados, pero de cualquiera de los dos modos, es algo privado. Por tanto, no hay que descartar, que los musulmanes nigerianos imiten este enfoque.
Lo que plantean Aliagan y Olohunoyin es que el gobierno debería revisar esta norma de financiar las peregrinaciones, como apuntó el presidente Jonathan. Si Jonathan y compañía pueden encajar esto en nuestra constitución, junto con el organismo electoral, que está libre de los antojos y caprichos de políticos partidistas, y en la presidencia rotacional entre las seis zonas geopolíticas, entonces se convertirá en el presidente más progresista de Nigeria.
Pius Abioje
The Guardian