Ciudadanos del África oriental, demasiado educados y aburridos como para hacer que la EAC funcione

4/06/2012 | Opinión

Algo extraño está ocurriendo en el África Oriental. En un momento en que el número de africanos del África oriental que viajan, trabajan y estudian en la región ha aumentado exponencialmente, se escucha hablar menos de la Comunidad, o conversaciones agitadas sobre la integración regional.

Mi estadística favorita de la semana sobre el África Oriental es que las importaciones de Kenia de maíz de la región, principalmente de Tanzania y Uganda, ¡han aumentado en un 1.200 % el año pasado!

Mi sensación es que hemos entendido mal esta integración regional –mirábamos a nuestros vecinos para sentirnos mejor nosotros. Es lo que ocurre en casa, lo que nos hace sentir bien en el vecindario. Si tu casa tiene una fuga, el hecho de que la del vecino no la tenga no puede ser suficiente para que estés contento.

El problema con la integración del África Oriental, es que los ciudadanos de la región no están para tirar cohetes en casa. Aparte de Ruanda, que es un caso atípico porque los sondeos de opinión de sus medios de comunicación muestran que sus ciudadanos están contentos con sus instituciones (no puedo comprender a estos ruandeses) como la policía y demás, en el resto del África Oriental, los ciudadanos piensan que sus gobiernos e instituciones son mierda.

Kenia está extremadamente nerviosa por los próximos meses, según se acercan las elecciones. Los amargos y resentidos debates políticos y mítines a veces pueden ser bastante deprimentes. Uganda y Tanzania están en esta misma situación, dominados por gigantes corruptos de los partidos en el gobierno, demasiado enraizados para ser expulsados mediante elecciones.

Aprobar protocolos de libre comercio, y libertad de movimiento, han demostrado ser la parte fácil de todo lo que hay que hacer. La parte difícil está siendo lograr poner tarjetas de identidad en manos de los ciudadanos de la región, para que puedan viajar por ella. Sin eso, estos protocolos son caminos construidos en lugares a los que nadie puede ir.

Los dos obstáculos más grandes, sin embargo, han sido, primero, que no haya ninguna enorme institución pan-africana que capte la imaginación del público, y haga que surjan titulares. No tiene que ser nada grandioso; hasta el equivalente al concurso de canción Eurovisión de Europa valdría.

El grupo mediático de Tanzania, IPP, algo que habla en su favor, intentó ofrecernos la ´Televisión del África Oriental, pero cayó rápidamente en la banalidad y no logró imaginar una narrativa “verdaderamente del África Oriental” que poder contar.

En segundo lugar, nuestros puntos Fuertes son nuestra perdición. Los ciudadanos del África oriental son, comparados con los del África occidental, incluso con los del África austral son tipos de buenos modales y de voz suave. ¿Se imaginan un músico del África oriental como el difunto y maravillosamente rebelde y polémico Fela Kuti con sus 27 esposas?

¿Se les ocurre una primera dama del África oriental –presente, pasada o futura- escribiendo un irreverente y pecaminosamente chismoso como el agridulce “My vida con Obasanjo” de Oluremi Obasanjo. O, de hecho, pueden visualizar un líder del África oriental robándole la mujer a su hijo como hicieron Obasanjo y Houphouet Boigny? De ningún modo.

Traten de imaginar a un artista del África oriental dibujando un retrato de cualquiera de nuestros líderes con sus genitales expuestos, como ha hecho Bett Murray con el presidente de Suráfrica, Jacob Zuma, hace unos días y que ha creado una tormenta del infierno. Por no hablar de la galería que lo expuso…

¡Lo tengo! El problema con el África oriental es que somos amables y aburridos.

Charles Onyango-Obbo

(The East African, Kenia, 02-06-12)

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