Cinco marroquíes desempleados se prenden fuego a sí mismos en la capital, Rabat, como parte de la oleada de manifestaciones en el país, por la falta de empleo, especialmente para los graduados universitarios, según ha declarado un activista por los derechos humanos el día 19 de enero. Las quemaduras de tres de ellos han hecho que sean internados en el hospital.
Lo que antes era algo raro, la autoinmolación se ha convertido en una táctica de protesta en Oriente Medio y Norte de África, desde que un vendedor de vegetales en Túnez se prendió fuego a sí mismo, en diciembre de 2010, para protestar por el asedio de la policía, desencadenando las revueltas que derrocaron al gobierno y provocó movimientos similares en los demás países de la región.
Los marroquíes que se han auto-inmolado eran parte del movimiento de “Graduados desempleados”, una amplia agrupación de asociaciones por todo el país, formada por millones de graduados universitarios que demandan puestos de trabajo. Las manifestaciones a menudo son dispersadas violentamente por la policía y en algunos pueblos y ciudades han resultado con enfrentamientos sostenidos.
Mientras que oficialmente el desempleo es sólo del 9.1 % a nivel nacional, aumenta a entorno a un 16 % para los graduados.
El día 19 de enero, el gobierno elegido en noviembre presentó su nuevo plan al parlamento con el foco principal en la creación de empleo, la educación y la mejora de los servicios sanitarios. El gobierno liderado por los islamistas prometió crear 200.000 puestos de trabajo al año, a través de inversiones tanto públicas como privadas.
Unos 160 miembros del movimiento han estado ocupando un edificio administrativo del ministerio de Educación Superior, durante las dos últimas semanas, en Rabat, como parte de su protesta. Gente que los apoyaba los llevaba comida hasta hace dos días, cuando las fuerzas de seguridad empezaron a detener a la gente que iba con alimentos y agua.
“Las autoridades impidieron que recibieran comida y agua, así que cinco de ellos salieron fuera para conseguir alimento y amenazaron con prenderse fuego a sí mismos si se lo impedían”, explica Youssef al-Rissouni, de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos.
De los tres que han sido hospitalizados, dos estaban graves, mientras que los otros dos sólo acabaron con las ropas chamuscadas, añade.
Un vídeo publicado por el grupo en internet muestra una multitud lanzando pan por encima de las cabezas de los policías hacia el edificio. Varios jóvenes del edificio se rocían con líquido y saltan abajo a recoger el pan.
Cuando la policía antidisturbios, armada con porras, se mueve para detenerlos, al menos dos de los hombres empiezan a arder en llamas y empiezan a correr alocadamente, antes de ser rodeados por los seguidores y las llamas, aparentemente, sofocadas.
Fotos de los momentos de después muestran a hombres con grandes partes de su piel quemadas. El periódico online Goud informa de que dos de ellos tienen quemaduras de segundo grado e iban a ser enviados a la unidad de quemados de Casablanca.
Mientras que la economía de Marruecos ha registrado tasas de crecimiento sostenido durante los últimos años, de entorno a un 4 o 5 %, ha sido incapaz de crear empleos suficientes para el creciente número de personas jóvenes que entran en el mercado de trabajo cada año.
La auto-inmolación de Mohamed Bouazizi, de Túnez, en la ciudad marginal de Sidi Bouzid, en diciembre de 2010, se convirtió en un símbolo de la profunda desesperación en que están sumidos los pobres en el Norte de África y Oriente Medio. La semana pasada, cuatro personas más se prendieron fuego a sí mismas en Túnez, incluido un padre de tres niños, que murió de sus quemaduras.
Mientras el nuevo gobierno de Marruecos anunciaba su plan económico, el día 19 de enero, el parlamento fue rodeado por piquetes, por al menos 1.000 graduados desempleados que exigían puestos de trabajo.
El plan del primer ministro, Abdelilah Benkirane, reclama la ampliación de programas de formación y algunos puestos gubernamentales, para absorber a los graduados desempleados, pero dependerá principalmente del sector privado crear el empleo necesario.
(IOL, 20-01-12)