El día 14 de marzo de 2011, un comunicado del gobierno leído en la televisión nacional de Burkina Faso informaba a todos los adheridos al sistema educativo nacional que todas las universidades públicas de Burkina que éstas acababan de ser cerradas “hasta nuevo aviso”, precisaba el comunicado, que añade que “el cierre de estas instituciones públicas de enseñanza superior implica la suspensión de todos los servicios sociales que benefician a los estudiantes de dichas universidades”. A raíz de esto los estudiantes deberían desalojar sus locales y residencias.
Esto no ha recibido la aprobación de los estudiantes. En todo caso, esto es lo que hemos constatado en lunes, día 14 de marzo, por la tarde, cuando hemos visitado las ciudades universitarias de Patte d’Oie y la de Kossodo, donde los estudiantes habían decidido en un primer momento, no desalojar sus locales. Según los residentes esto es una decisión inadmisible e irresponsable por parte del gobierno. El delegado de la ciudad universitaria de Patte d’Oie explica que les confirmaron a las 15 horas que a las 17 debían desalojar la residencia, “y hemos dicho ¡no!”. Según él, el contexto hace que se presenten casos “sociales”, como por ejemplo algunos estudiantes que son de Costa de Marfil, y todos sabemos cómo está allí la situación.
“Así que decirle a toda esa gente que salga de la ciudad por la noche es cruel”, precisó. Nos hemos encontrado a estudiantes inquietos, porque no saben dónde ir si al final, el gobierno lo obliga a marcharse y no responde con más sensibilidad a los derechos de los estudiantes. Un estudiante, Aïchatou Compaoré declara “yo diría que lo que está pasando no es humano. No me parece normal que el gobierno quiera desalojar a personas que no saben ni dónde ir, porque no tienen familia aquí en Burkina, no conocen a nadie y acaban de llegar hace apenas 5 meses. Dejar a esta gente abandonada, no me parece humano… los estudiantes tienen razón en reivindicar porque hay muchos crímenes en Burkina que han quedado impunes.
“Yo creo que es normal que los estudiantes reivindiquen, pero no es normal que el gobierno los eche a la calle. Al contrario, debería intentar calmarlos dándoles razones, no emprendiendo un enfrentamiento con ellos”. Para muchos otros, Burkina es reconocido como un país de mediación que no debería ser gobernado de esta forma. Para ellos, decir a los estudiantes que desalojen las ciudades universitarias es darles la espalda, porque para ellos la realidad de las cosas es que “se debe encontrar la verdad sobre los crímenes impunes que los estudiantes denuncian desde hace años”. Para Marcel Kabré, hay que hacer un recordatorio al presidente Blaise Compaore, “durante la campaña, el presidente dijo que pondría el acento en el aspecto humano”.
Entre la multitud, un estudiante grita ante los periodistas “los que toman estas decisiones no contribuyen a la paz y la justicia en este país”. El día 15 de marzo, la Asociación Nacional de Estudiantes de Burkina, ANEB tenía programada una reunión para decidir cómo seguir su lucha. Pero este encuentro no pudo tener lugar, los estudiantes tuvieron que enfrentarse a las fuerzas del orden.
Descontentos con la presencia de la policía, algunos estudiantes decidieron ir a las ciudades universitarias para apoyar a sus compañeros en la resistencia. Pero allí también, la policía había ocupado su lugar. Según los estudiantes, para no resistirse a las fuerzas del orden, ellos han preferido salir de las ciudades universitarias. A las 13 horas del día 15, se pudo ver a los últimos estudiantes que quedaban en las ciudades universitarias, bajo la mirada de la policía, que esperaba su salida. En la avenida de Babanguida y alrededores, de la ciudad de Uagadugú, se han protagonizado enfrentamientos entre la policía y los estudiantes.
Durante la mañana, algunos estudiantes se intentaron manifestar en dicha avenida, pero los gases lacrimógenos han vuelto a inundar la calle. Las tentativas de quemar neumáticos y contenedores de basura se han visto reprimidas sucesivamente por la excesiva presencia policial.
Recordemos que desde el pasado 22 de febrero, los escolares y universitarios han salido a las calles de Burkina Faso, para reclamar justicia para Justin Zongo, muerto en Koudougou en circunstancias todavía sin esclarecer.
El 11 de marzo, la ANEB organizó una marcha hacia la dirección general de la policía nacional. Dicha marcha fue reprimida y los estudiantes habían decidido reunirse en el campus de la universidad de Uagadugú, llamado Dabo. El cierre de las universidades y todas las instituciones relacionadas, ha evitado que se celebre dicha reunión en la que los estudiantes iban a acordar la forma de continuar su lucha.
(Le Faso Net, Burkina Faso, 16-03-11)