Christian del Río es un mago nacido en Donostia en 1977. Christian amaba Nueva York. En el 2002 viajo por primera vez a esta gran metrópoli. Fue con tal pasión que se integro inmediatamente. Para subsistir toco los tambores en la calle e hizo de Jesucristo en Semana Santa en un barrio popular. A partir de ahí todo han sido idas y venidas, sobre todo a urbes del continente africano. Le encanta mezclarse y vivir la vida cotidiana mano a mano con las gentes del lugar. Ha pasado estancias en Johannesburgo y Durban (Sudáfrica), Manzini (Suazilandia), Maputo (Mozambique), Windhoek (Namibia), Gabarone (Botsuana), Nairobi (Kenia), Dar es Salmaam (Tanzania) y Kampala (Uganda), además de Banao en las montañas de Republica Dominicana. En Levando Anclas (13/4/2009) nos relata sus vivencias durante dos meses en Kampala.
Christian del Río se expresa con energía y mucho sentimiento al revivir sus experiencias pasadas en Kampala. Llego hasta la gran urbe de Uganda en autobús desde Nairobi por una carretera llena de baches en la que no paro de saltar sobre el asiento. Para situarse paso los primeros días en un camping para luego alquilar una habitación en el barrio de Mengo.
A Christian le gusta quedarse un tiempo en pensiones modestas de barrios de clase media.
Como siempre tuvo decenas de anécdotas. Se hundió en un alcantarillado, a ras de suelo, putrefacto. Se torció un dedo del pie, fue al hospital en donde presencio un robo y seguidamente el linchamiento al ladrón.
Solía moverse en los boda-boda., moto taxis. En cierta ocasión se subió con otro pasajero, al que no conocía de nada, esté se empeño en que le pagara el viaje. Christian se negó y al final el conductor y el pasajero terminaron pegándose. Christian se vio obligado a declarar en comisaría.
Muchas noches las paso a luz de las velas por la falta de electricidad. En una de las ocasiones le intentaron robar en su habitación.
Un amigo blanco, se llamaba Franco, que procedía de una familia de colonos belgas en el Congo, le invito a pasar unos días a su casa en Kabale, una zona montañosa. Para comer le ofreció una rata congelada que tenia en la nevera.
Christian dejo el caos, el calor y la masificación de Kasmpala y tomo un avión hacia Suazilandia para visitar a sus amigos de Manzini, entre ellos uno blanco, hijo de padre griego que le abandono de niño. A la salida de una discoteca le asaltaron con cuchillos y logro huir en un taxi a gran velocidad. Luego salto a Dar es Salaam para terminar en Nairobi.
Regreso a la capital de Kenia para pasar una larga temporada. Se enamoro perdidamente de una keniata. Esta historia de desamor quizás Christian nos la cuente algún día.
Christian del Río es un autentico showman. El contacto para sus espectáculos de magia es:
