La ONU ha anunciado en un comunicado que China ha ofrecido contribuir con tropas a la nueva misión de paz de Naciones Unidas en Malí, donde los islamistas yijadistas controlaron el norte del país hasta que tropas lideradas por los franceses lanzaron una ofensiva en enero, para expulsarlos.
Andre-Michel Essoungou, portavoz del departamento de misiones de paz de la ONU, declaró a la agencia norteamericana de noticias Associated Press que “ha recibido promesas y ofertas de contribuciones de una serie de países de todo el mundo, incluida China”.
Funcionarios y diplomáticos, bajo condiciones de anonimato porque todavía no se ha hecho el anuncio oficial, han dicho que China ha ofrecido enviar una compañía de ingeniería civil, que comprendería unas 150 personas, y es probable que envíe hasta 600 soldados.
A finales de abril, el Consejo de Seguridad autorizó para desplegar el 1 de julio una fuerza de la ONU compuesta por 11.200 efectivos de personal militar y 1.440 policías internacionales, para reemplazar a la misión de 6.000 hombres, liderada por africanos. La fecha del despliegue podría ser retrasada si las condiciones de seguridad se deterioran.
Malí se hundió en el caos después de un golpe de estado ocurrido en marzo de 2012, creando un vacío de seguridad. Esto permitió a los rebeldes tuareg seglares, siempre marginados por el gobierno de Malí, hacerse con el control de la mitad norte del país, declarando la independencia. Pero meses después, los rebeldes tuareg fueron expulsados por los yihadistas islamistas que impusieron la estricta ley sharía en el norte, incluyendo amputaciones por robo.
Francia envió aviones de guerra, helicópteros de combate y 2.000 soldados en enero, contra los extremistas islámicos, muchos de ellos relacionados con Al Qaeda, después de empezaran a avanzar hacia el sur, adentrándose en las zonas controladas por el gobierno, y haciéndose con el control de algunas ciudades clave. Respaldados por soldados chadianos, las tropas francesas expulsaron a los islamistas radicales de las grandes ciudades de Malí. Pero muchos se escondieron en el desierto y siguen llevando a cabo ataques suicidas, y Kidal, la capital de una de las tres provincias del norte, que cayó en manos de los rebeldes, todavía está bajo control de los separatistas Tuareg.
Diplomáticos de la ONU dicen que el 25 de junio se reunirá el Consejo de Seguridad para discutir sobre la seguridad en Malí, y decidirán si dar luz verde al despliegue de una nueva misión multidimensional de estabilización de la ONU en Malí, conocida como MINUSMA, para comenzar el 1 de julio o si retrasarlo.
La principal tarea de la nueva fuerza de Naciones Unidas en Malí será estabilizar los principales centros de población del norte, apoyar el restablecimiento de la autoridad del gobierno en el país, y asistir a las autoridades de la transición a restaurar el orden constitucional, el gobierno democrático y la unidad nacional.
Essoungou de la ONU dice que el departamento de mantenimiento de la paz está en permanente contacto con los estados miembros y contribuyentes con tropas para decidir cómo utilizar mejor las tropas y la policía para la misión de Malí. Según los diplomáticos, Bangladesh también se ha ofrecido a enviar soldados para la nueva fuerza.
La oferta de China de ingenieros civiles para la fuerza de Malí será bienvenida porque las capacidades de ingeniería son escasas.
Se espera que la mayoría de los 6.000 miembros de la misión africana que están ahora en Malí pasen a formar parte de la fuerza de la ONU, pero los diplomáticos dicen que ninguno de ellos cumple los estándares requeridos por la ONU, así que hay mucho trabajo por hacer para hacer que las equipaciones y formación de los soldados cumpla estos requisitos para julio.
China empezó a hacer importantes despliegues para operaciones de paz de la ONU en 1992, cuando envió un contingente a Camboya.
A finales de abril, China tenía 1.872 cascos azules en nueve de las 15 operaciones de paz de la ONU, en el Sáhara Occidental, Congo, Darfur, Chipre, Líbano, Liberia, Sudán del Sur, Costa de Marfil y la Organización de Supervisión de la Tregua en Oriente Medio. Su contribución es mucho mayor que la de los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, los Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña y Francia.
El Consejo de seguridad también autorizó la misión de la ONU para ayudar a promocionar la reconciliación entre el norte y el sur de Malí, y apoyar las elecciones previstas para el 28 de julio.
Los diplomáticos dicen que el nuevo jefe de la misión de la ONU, Albert Koenders, llegará a Malí la segunda semana de junio, y se centrará en la reconciliación política, en la que los esfuerzos iniciales se han estancado.
Por Edith M. Lederer
(IOL, 24-05-13)
