La inestable situación política en la República Democrática del Congo (RDC) ha provocado el desplazamiento de miles de personas. En la localidad de Kwamouth, al oeste del país, más de 143 personas han sido asesinadas desde julio, según datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). A comienzos de octubre, unas 27.000 personas, la mayoría mujeres y niños, han sido desplazadas por la violencia y necesitan asistencia de emergencia en las provincias de Kwilu y Mai Ndombé.
Además, 2.600 personas buscaron refugio en la República del Congo tras cruzar el río Congo en canoa, muchas de las cuales fueron separadas de sus familiares durante su huida. Los medios apuntan a que los enfrentamientos comenzaron por los impuestos consuetudinarios sobre el uso de tierras agrícolas entre las comunidades Teke y Yaka. “Más de 142 personas han muerto, algunas de las cuales han sido decapitadas”, declaró Angele Dikongue-Atangana, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, en una conferencia de prensa regular de la ONU en Ginebra (ACNUR) en la República Democrática del Congo.
Ante esta violencia, el gobierno negoció con los líderes locales y desplegó el ejército en Kwamouth para restablecer el orden. “Sin embargo, la situación de seguridad sigue siendo tensa”, agregó Dikongue-Atangana. Por su parte, los gobiernos provinciales de Mai Ndombé y Kwilu han establecido un Comité de Coordinación de Crisis y un Plan multisectorial a nivel de gobierno para responder las necesidades.
Sobre el terreno, muchas familias que vivían en Kwamouth y los pueblos de los alrededores abandonaron la zona a medida que el conflicto se extendía rápidamente. Caminaron durante días antes de encontrar refugio en Bandundu, la capital de la provincia de Kwilu, a 245 kilómetros de la ciudad de Kwamouth. Es por esto que la ciudad de Kwamouth y varios pueblos de los alrededores ahora están parcialmente abandonados, según declaró la representante de ACNUR. En el lugar, las fuertes lluvias comprometieron la seguridad de los civiles y varias carreteras clave se volvieron intransitables para los vehículos humanitarios. «Las familias siguen traumatizadas por los enfrentamientos repentinos y violentos que han estallado en las últimas semanas«, expresó Dikongue-Atangana.
Fuente: Rwanda News Agency (RNA)
[Traducción y edición, Jorge Moral Vidal]
[CIDAF-UCM]
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